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domingo,
17 de
diciembre de
2006 |
Pasó el alerta meteorológico, pero no los problemas
Después del calor insorportable, con una sensación térmica que superó ayer los 40 grados, la madrugada de hoy recibió a Rosario con una tormenta que precipitó sobre la ciudad 60 milímetros de agua en menos de ocho horas, y con vientos que superaron los 70 kilómetros por hora.
Para la mayoría fue un alivio, pero para muchos también significaron los eternos incovenientes. Los teléfonos de la Central de Operaciones de Emergencias no dejaron de sonar. "Tenemos denuncias de árboles caídos, de cables cortados, de calles inundadas en distintas partes de la ciudad, estamos trabajando a toda máquina", dijo a La Capital online Marcos Escajadillo, titular del área.
Según explicó el funcionario, la velocidad del viento fe de 72 kilómetros a la 1.20 de la mañana, y desde esa hora hasta las 9 cayeron 60 milímetros.
Y los problemas volvieron sobre la ciudad, especialmente sensibilizada por la tormenta de piedra que la azotó el 15 de noviembre. Esta vez, un árbol cayó sobre una vivienda en Donado 600 bis, y otro lo hizo sobre un auto en la costanera, muy cerca de La Florida.
Calles anegadas se vieron en toda la ciudad, pero sin dudas fue la zona de avenida Belgrano donde más se sintió. Y en la zona del Mangrullo están trabajando para colocar una bomba de agua.
Si bien el alerta meteorológico cesó en esta zona a las 11.30 y se trasladó hacia el norte (todavía está vigente en el norte santafesino) la lluvia siguió hasta bien entrada la tarde.
Mientras tanto, y por desperfectos en media tensión, quedaron sin energía eléctrica distintas zonas de la ciudad: barrio Cristalería y alrededores, barrios Luz y Fuerza y Rucci, sectores de barrios Hospitales y Abasto, y en Granadero Baigorria.
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Fotos
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En la zona de avenida Belgrano, personal de Defensa Civil debió intervenir por la inundación.
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