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 domingo, 17 de diciembre de 2006  
"La Argentina debe ser uno de los países más incívicos"

Cuando habla de construcción de ciudadanía, Carlos Gabetta se refiere no sólo a los derechos y obligaciones del ciudadano, sino también a "esas reglas no escritas", al trato cotidiano, al respeto por el otro y a la "cuestión cívica". En ese sentido, las críticas a la Argentina abundan, a tal punto que aseguró que "es uno de los países más incívicos del mundo". Y para llegar a ese diagnóstico, sus más de 20 años viviendo en países de Europa -para los que también tiene críticas- fueron suficientes. "Me di cuenta que el desarrollo es desarrollo económico, pero además son esas reglas no escritas, ni la Constitución nacional ni las leyes. No hay país que tenga ley que diga que los papeles no se tiran en la calle y, sin embargo, la gente no los tira", dijo.

"La forma en que conducimos los argentinos es una metáfora de lo que somos, porque conducimos muy bien, pero socialmente un argentino es un asesino con permiso de conducir", abundó, antes de recordar que "el país tiene el mayor porcentaje de accidentes mortales del mundo".

Estas situaciones fueron las que por años lo enojaron y para graficarlo contó una anécdota: "En Barcelona, tenía un amigo muy rico. Un año dijeron que iba a haber recesión económica, entonces noté que como la cosa no estaba clara, la gente en verano cambiaba de planes de vacaciones y hasta este amigo millonario se fue a la casa de un pariente. Puede sonar exagerado, pero la contracara fue al final del memenismo. Veo a un amigo dentista, me cuenta que se le habían ido los pacientes, que había sacado a los chicos de la escuela y que estaba mal. Al mes, en pleno invierno, lo encuentro bronceado y le pregunté de dónde venía. Y me dijo: «Te acordás la otra vez, bueno me dio tanta bronca que le propuse a mi mujer dar un tarjetazo e irnos a Miami». Y se fueron. Con ese país estaba enojadísimo, y sigo enojado porque hay que dejar de justificarse de una vez y dejar de decir que somos piolas".
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