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 domingo, 26 de noviembre de 2006  
candi
Charlas en el Café del Bajo
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-Una de las razones de la soledad, de ese vacío existencial que persigue y angustia a tantas personas en estos días es, en mi opinión y en la de muchos pensadores más autorizados que yo para hablar del tema, el alejamiento del ser humano de Dios. Por un lado, el hombre se muestra indiferente (y hasta se ufana de ello) ante el respeto de las leyes universales, que no son sino principios elementales que aseguran la justicia y la paz. Por otro lado, este alejamiento deja desguarnecido el espíritu y la psiquis y expone incluso al cuerpo físico; por cuanto siendo el ser humano una "unidad", que en este plano temporal es indivisible, no hay dudas de que la falla en un punto de esa unidad repercute en otro. Antes de las palabras del rabino Schlomó Tawil, me permito una reflexión muy personal respecto del alejamiento del hombre de Dios y un breve análisis sobre la estrella de David. Al observar este símbolo, se advierten dos triángulos que se introducen mutuamente hasta convertirse en una estrella de seis puntas. El triángulo superior, con su base arriba (cielo) es el descenso de la divinidad, su propia entrega y de tres elementos esenciales al hombre: tierra, agua y fuego. El triángulo inferior con su base abajo (tierra) es el hombre y su elevación, su encuentro con Dios, mediante tres elementos necesarios: trabajo, estudio y paz.

-Hay toda una alegoría allí y más que una alegoría un mensaje claro.

-La reflexión que se me ocurre es que no puede haber estrella, no puede haber luz, no puede haber paz si se aparta a Dios de la vida humana. De alguna manera, y como en aquel lejano tiempo al pie del Sinaí, algunos hombres, muchos diría, han elegido a un ídolo para adorar. Las leyes del "mercado" y las del "sistema" han suplantado a las leyes de Dios. Los resultados están a la vista. Hay incluso miedo a hablar de Dios y en algunos casos hasta miedo a hacer el ridículo si se da testimonio de la fe.

-Quisiera añadir a sus palabras algo más: no se trata de la reclusión en una vida de contemplación y misticismo (gracia o virtud vivida sólo por algunos), ni siquiera de convertirse en un mojigato "tragajustos", ni en un hipócrita religioso, creo que Dios se sentiría bastante más complacido si la civilización volviera un poco sus ojos a El. No dudo tampoco, en el hecho de que el ser humano estaría y se sentiría muchísimo mejor.

-Las palabras del rabino tienen que ver con este tema y dice así: "Me dirijo a los hombres y mujeres de religión judía. Hasta hace varias décadas atrás, la educación y las vivencias judías eran transmitidas principalmente en el hogar y los judíos vivían plenamente su judaísmo. Era una vida plena de sentido: matrimonios bien establecidos, hijos que respetaban y veneraban a sus padres y a sus maestros, honestidad en el trabajo, respeto por todos los preceptos hacia Dios y hacia el prójimo; ellos carecían de las enfermedades morales y culturales de todas las épocas que vivieron, aun estando dispersos por diferentes naciones. Por los motivos que sea, en las últimas décadas cambiaron las cosas, y aunque ahora hay una tendencia a volver a las fuentes en todo el mundo judaico,en la mayoría de los hogares judíos todavía se transmite poco y nada de judaísmo y se convirtió la sinagoga en el centro de vida judía, donde se transmite, se vive y se muestra como debe un judío vivir para luego saber como transmitir en el hogar". Sostiene luego Tawil: "Es una lástima que tantas personas tengan que acudir a los psicólogos (no tengo nada contra ellos) u otras creencias ajenas, cuando lo que hace falta es un cambio de actitud, reflexionar sobre cual es el objetivo por el cual se vive. Para un alma judía su alimento y su hábitat es el judaísmo. Tenemos ideas tergiversadas sobre que es judaísmo y la razón es la ignorancia. Leemos sobre judaísmo de autores no judíos o de judíos que no vivieron su judaísmo plenamente. Debemos volver a acudir a nuestras fuentes, llámese estudiar de libros auténticos, aprender de maestros y rabinos que son ejemplo de judaísmo sin maquillaje y sin retoques. Este llamado no es para ganar feligreses en los templos, sino para la salud mental, anímica y familiar de cada uno de religión judía, y para la alegría y satisfacción de miles de judíos de generaciones anteriores que dieron sus vidas por el judaísmo".

-Con el permiso del rabino, me atrevo a sugerir que estas palabras la reflexionen también las personas de otras creencias.

Candi II



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