Tarde de terror. Hace tres días y pasado el granizo, se empezó a formar un asentamiento frente al Distrito Oeste

El Municipio, a la Justicia para frenar una ocupación de tierras

El municipio se presentó ante los tribunales federales. El Polo Obrero lidera la toma. Ya hay unas 17 familias viviendo

Silvina Dezorzi / La Capital

"Si el Estado no se hace cargo de dar vivienda, que al menos ceda la tierra", sentenció ayer Ana, una de las dirigentes del Polo Obrero que desde el domingo pasado lidera una ocupación de tierras nacionales frente al Centro Municipal de Distrito Oeste. En sólo tres días se demarcaron parcelas y se armaron varias casillas, incluida la que contiene un comedor identificado con un cartel de esa agrupación de desocupados que responde al Partido Obrero, mientras unas 17 familias -la mayoría con chicos- permanecen en el lugar. Los terrenos pertenecen al Organismo Nacional de Bienes del Estado (Onabe) y por ellos corre la vía del ferrocarril Nuevo Central Argentino (NCA). Pese a no ser propietaria de las tierras, la Municipalidad realizó ayer una presentación ante la Justicia federal para que investigue si la ocupación constituye un "delito público perseguible de oficio" y, de confirmarlo, "se proceda conforme a derecho". De todos modos, deberá ser el propio Onabe el que solicite el desalojo.

La toma de los terrenos -a metros del Distrito Oeste, sobre Presidente Perón y Gutenberg- se produjo el domingo pasado muy temprano, cuando la ciudad aún no se reponía ni mínimamente del desastre que dejó la tormenta del miércoles anterior. Primero apareció una casilla y a las pocas horas las viviendas precarias ya eran muchas. Todas fueron levantadas con plásticos, cartones, maderas y chapas ya usadas. Aunque desde el Polo Obrero y el propio distrito hablan de 48 familias dispuestas a asentarse, son 17 las que ya se instalaron.

"La mayoría está edificando con la idea de quedarse", afirmó ayer una de las militantes del Polo Obrero. La decisión de ocupar el lugar, explicó la mujer, se debió a distintas realidades familiares: "Algunos alquilaban y no pueden pagar más, otros estaban de prestado en casas de parientes y con la tormenta se tuvieron que ir".

Desde el Centro de Distrito Oeste creen que la mayoría proviene de asentamientos cercanos, como Villa Pororó, Villa Banana y Bella Vista. "Ojo, no es que el Polo los arrastró y los trajo, pero todos saben que los vamos a apoyar", afirmó la militante, "porque si el Estado no se hace cargo de dar vivienda, que al menos ceda la tierra".

Los terrenos pertenecen al Onabe -por ende a la Nación- y ni el municipio ni la provincia tienen jurisdicción. Por eso, ayer el subsecretario Legal y Técnico de la Intendencia, Dalmacio Chávarri, presentó una denuncia ante la Justicia federal para que investigue si la ocupación constituye delito. Una mera formalidad, porque es obvio que sí, pero a la vez una acción legal que cede la palabra a quien legalmente le corresponde.

El secretario de Gobierno municipal, Juan Carlos Zabalza, dijo sentir "una enorme preocupación" y "realmente comprender la desesperación de las familias" que carecen de vivienda, pero a la vez sostuvo que eso no implica "justificar una ocupación ilegal, ni convalidar metodologías que ponen en peligro la cohesión social y mercantilizan políticamente el tema".

De hecho, La Capital fue testigo del enojo espontáneo que expresaron vecinos de Villa Banana al pasar frente al nuevo asentamiento. "Son revivos, yo hace añares que estoy en la villa anotada para que me den una vivienda, y ellos ocupan acá para que después los desalojen y les den las casas de un plan", se indignó una mujer. Pero para los ocupantes ese es, justamente, un argumento a su favor. "Bien lo dijo esa chica -afirmaron-: si nadie toma la iniciativa, nada cambia".

Ahora la Justicia deberá determinar si corresponde el desalojo. Y hoy el intendente Miguel Lifschitz notificará oficialmente el hecho a las autoridades del Onabe, la empresa NCA y el secretario de Transporte de la Nación, Ricardo Jaime.

La ocupación arrancó el domingo.