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 sábado, 21 de octubre de 2006  
Chiitas y sunitas firman declaración en la que piden la paz en Irak

Riad- En un intento por frenar los enfrentamientos entre chiitas y sunitas en Irak, clérigos de las dos corrientes del islam firmaron anoche la Declaración de La Meca, en la que rechazan la violencia sectaria y llaman a la paz entre los grupos religiosos. Mientras, un nuevo brote de violencia causó seis muertos.

El documento de diez puntos, firmado por unos 50 eruditos, insta a ambas partes a respetar los lugares sagrados y creencias de la otra y a denunciar la violencia, en momentos en que el derramamiento de sangre sectario, los ataques suicidas y los crímenes por venganza azotan las ciudades iraquíes. En las últimas semanas ha trascendido además la aspiración de los chiitas de crear un territorio autónomo en el sur del país y de los kurdos en el norte.

El texto firmado en la ciudad sagrada para de los musulmanes también llama al fin de la ocupación de Estados Unidos en Irak y prohíbe los asesinatos, las deportaciones forzadas y los ataques en lugares de oración. Sin embargo, la declaración no pide el desarme de ninguna de las milicias iraquíes, lo que le da un carácter meramente formal.

La declaración fue preparada por la Organización de la Conferencia Islámica (OCI), a la que pertenecen 57 países. El texto aprobado será leído por los religiosos durante las plegarias en Irak. La OCI subrayó que se trata de una iniciativa religiosa y no de un intento de mediación político.

El principal líder espiritual de los chiitas iraquíes, el gran ayatolá Ali al Sistani, no acudió a la cita, como tampoco el joven radical chiita Muktada al Sader, aunque al parecer ambos le dieron su bendición al encuentro antes de que comenzara.

Entre tanto, seis iraquíes murieron y otros 20 resultaron heridos en varios actos violentos perpetrados en distintos puntos de Irak.

El atentado más grave ocurrió en el oeste de Bagdad, cuando un atacante suicida detonó su cinturón de explosivos en un autobús que transportaba a trabajadores. Según fuentes policiales murieron cuatro civiles y otros quince resultaron heridos.

Unos 80 kilómetros al sur de la capital iraquí fallecieron otros dos civiles tras ser disparados por desconocidos. También se confirmó la muerte del oficial salvadoreño José Argelio Soto Ochoa, de 39 años, que falleció el viernes en una emboscada en Al Kut, en el centro sur de Irak. (DPA)
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