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sábado,
21 de
octubre de
2006 |
El gobierno colombiano canceló el
diálogo con la guerrilla de las Farc
El drástico anuncio puso fin a los esfuerzos para lograr la liberación de rehenes en poder de la insurgencia
Bogotá. - El proceso de acercamiento entre el gobierno de Colombia y las Farc regresó ayer a punto muerto, tras la decisión del presidente Alvaro Uribe de suspender todas las negociaciones, avanzar en una "lucha frontal" contra el terrorismo y recuperar por la vía militar a los secuestrados en poder de la organización.
La decisión se adoptó un día después de la explosión de un coche bomba en una universidad militar, hecho que dejó 24 heridos, y fue recibida con cuestionamientos por familiares de los secuestrados y la Iglesia Católica colombiana.
"Mientras persistan estas acciones terroristas el único camino que queda es el rescate militar y policial de los secuestrados", remarcó Uribe, que subrayó que el Ejecutivo "no caerá en la trampa de la guerrilla, que "trafica con el dolor de los familiares de los secuestrados en búsqueda de una zona de despeje para recuperar su capacidad terrorista".
Hasta la explosión del jueves, el gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) avanzaban en un proceso de canje humanitario de secuestrados por presos políticos, que sería en dos municipios desmilitarizados, y como paso previo a una negociación para poner fin al accionar de la mayor guerrilla del país.
Ayer, Uribe visitó el lugar donde explotó el coche bomba, desde donde desautorizó las gestiones de paz, advirtió que la cúpula de las Farc está integrada por "fantoches que lucran con el negocio de la coca" y pidió ayuda a Ecuador y Venezuela para impedir que "el terrorismo" ingrese a sus territorios. También ordenó el refuerzo de la política de pago de recompensas y una lucha frontal "contra l terroristas" y "paramilitares no sometidos a la Justicia".
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Fotos
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Uribe inspecciona la zona del atentado.
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