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sábado,
21 de
octubre de
2006 |
Paisajismo
Entre luces y sombras
El uso de la iluminación en jardines es un elemento de diseño que no debe librarse al azar
Ana Lorena Alzari /diseñadora paisajista
La luz es verdaderamente maravillosa, pues con ella todo existe; de hecho, no hay imagen sin luz. Aunque se dé por sentada su presencia diurna, no es menos importante la iluminación nocturna, ya que de la buena planificación, dependerá el disfrute del entorno. Darse cuenta de que la iluminación es un elemento del diseño que no debe dejarse al azar, ni mucho menos relegarlo a la mera función de brindar seguridad, sino que la seguridad puede ir perfectamente acompañada de la estética.
Las posibilidades que ofrece la luz a la hora de diseñar son enormes, ya que cuenta con muchas cualidades que bien utilizadas crearán el efecto deseado de acompañar el ritmo y la unidad de la composición. Por un lado, están las fuentes de iluminación y por otro, las superficies a iluminar -que pueden ser opacas creando sombras- y translúcidas.
En cuanto a las fuentes de luz, están las que se propagan en línea recta, como los proyectores -que se utilizan para focalizar ciertos elementos-, y los que lo hacen de forma dispersa, como los tubos fluorescentes o de neón, que esparcen la luz de forma abierta y pareja, alcanzando más elementos a iluminar pero con menor intensidad lumínica. Vienen en diferentes colores como el frío verde menta de las lámparas de mercurio halogenado y el cálido sodio de alta presión.
También hay que tener en cuenta el ángulo del eje de la luz con respecto a la superficie a iluminar. Si es en ángulo recto la luz estará iluminando toda la superficie con igual intensidad; si es oblicuo hacia un extremo la luminosidad irá disminuyendo; si existe una superficie curva, esa disminución se dará en ambos extremos.
Hay muchos aspectos o cualidades tonales y formales de la luz, por lo que el diseñador debe comprender sus efectos. En relación a las sombras, es bueno saber que no todas son negras. Están las sombras medianas, que se producen por el color de la luz cuando la superficie no es opaca y la atraviesa, entonces se dispersa sobre una superficie próxima. Las sombras absolutas son negras ya que están ausentes de luz.
Otro aspecto a tener en cuenta es la superficie a iluminar, si es mate o espejada. Por ejemplo, se puede lograr un efecto muy interesante sobre una masa de agua en reposo como una piscina o un lago. No sólo en la calma se puede encontrar la belleza, también el movimiento es un buen condimento para el diseño. El movimiento de la luz puede crear la ilusión de movimiento de la forma, y dado que la luz es parte intrínseca de la vida y la vida está en movimiento, es interesante que vayan juntas.
No olvidar una buena planificación de la instalación eléctrica tomando las precauciones para cada caso. Es importante, una vez diseñada la iluminación, tener en cuenta todos los detalles técnicos que harán posible que el diseño se realice tal y como se soñó, para lo cual, hay que asesorarse con un especialista.
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