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sábado,
21 de
octubre de
2006 |
La Iglesia Católica y el gobierno
Lamentablemente todavía no se ha resuelto la cuestión de fondo con la Iglesia Católica, religión oficial del Estado argentino, y debería hacérselo desde la Carta Magna nacional y de todas las Constituciones provinciales que así lo sostengan. La Iglesia hace alardes de gran caridad, cuando recibe del pueblo lo que reparte como propio, los sueldos de los obispos, becas a los seminaristas, exensión de impuestos (agua, municipales y provinciales en colegios y parroquias), subsidios a colegios que cobran cuotas caras y hacen elitista un sector de la enseñanza, el influjo que ejercen sobre los hombres de la ley (aunque esto se niegue a muerte, pero es imposible negar que quien se ha formado en una facultad confesional no haya sido embebido de sus principios durante los seis años de estudio), la manipulaciòn de la ignorancia popular sobre temas del más allá, etcétera. Sinceramente, leer y releer sobre el enfrentamiento con el gobierno, no hace más (para los que amamos la democracia) que reclamar con fuerza de exigencia una solución inmediata como es la separación de la Iglesia y el Estado. Que cada uno viva y sobreviva conforme a su razón de ser y no lo haga en medio de oscuros y alejados acuerdos para seguir sosteniéndose uno al otro (porque parecería que cuando se baja el tono de las disputas, el poder del Estado se baja a los pies del altar) donde las partes interesadas están ausentes: nosotros, el pueblo...
Oscar Cufré, DNI 10.169.884
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