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 miércoles, 18 de octubre de 2006  
Crónicas regionales. Un peso por la historia y el presente de localidades de Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos
General Galarza, tierra de trabajadores
Nuevos emprendimientos proliferan en un próspero parque industrial, entre ellos la producción de biodiesel

Lizi Domínguez / La Capital

General Galarza. - Esta localidad del sur entrerriano del departamento Gualeguay, que está a unos 30 kilómetros de la cabecera homónima sobre la ruta nacional 12, celebró el 94 aniversario de su fundación, establecida luego de la aprobación por el gobierno de Entre Ríos del plano de mensura, pero su origen se remonta a 1765, cuando se establecieron los primeros terratenientes.

El asentamiento se conoció bajo el nombre de San Guillermo y hacia fines del siglo XIX se instaló la estación de ferrocarril General Galarza -en honor al guerrero de los generales Francisco Ramírez y Justo José de Urquiza-, denominación que se oficializó en 1948, cuando se la declaró como municipio de segunda categoría.

El lugar se fue convirtiendo en una tierra de oportunidades con la proliferación de instituciones y servicios. En los últimos diez años su poblalción pasó de poco más de dos mil habitantes a unos cinco mil. Cuenta además con numerosos emprendimientos, como las industrias lácteas Cremigal y El Oasis, la cooperativa agrícola mixta La Protectora, empresas transportistas y una fábrica de jugos.

Algunos rubros funcionan en el parque industrial, como una fábrica de bolsas para silos, una metalúrgica, una marmolería y fábrica de aberturas de aluminio y un laboratorio diesel. "El predio está estratégicamente ubicado, con un fácil acceso desde la recientemente reparada ruta 12 desde Médanos hasta Galarza y la ruta 6, lo cual permite una comunicación muy rápida con Nogoyá y Paraná", señaló la intendenta Julia Witman.

Todo su potencial productivo tuvo su espacio de promoción en junio de este año con la primera edición de Galarza Expone, "cuyo objetivo fue mostrar cómo trabajan y producen nuestros productores y las industrias radicadas allí. Pretendemos que el evento sirva para que quienes quieran invertir en Entre Ríos vean a Galarza como un lugar atractivo", explicó la pujante jefa comunal.

"Nuestra localidad vive específicamente del campo, de la producción que rodea al pueblo, y desde el municipio tratamos de brindar las herramientas necesarias para contribuir al desarrollo del sector agropecuario", acotó la funcionaria.


Pioneros biocombustibles
"Un hecho que nos llena de orgullo es que recientemente se puso en marcha una planta de biodiesel por parte de un empresario que eligió a nuestra localidad para desarrollar su emprendimiento, el único en la provincia", expresó Witman.

Se trata del productor rural Carlos Ameglio, quien se capacitó y adquirió la tecnología necesaria para elaborar ese combustible alternativo, que al principio lo utilizó en sus tractores y una camioneta.

En marzo pasado se inauguró la primera "unidad autónoma de producción" -como la denomina Ameglio-, que cuenta con una planta de acondicionamiento de granos, módulos de extracción de aceites y biocombustible, del cual a su vez se puede obtener el gliserol que utiliza en la industria química.

Ahora el empresario produce 1.600 litros diarios de biodiesel para sus vehículos particulares y el funcionamiento de maquinarias de su empresa, entre ellos un grupo electrógeno de 120 kilovatios.

Ameglio extrae la materia prima de sus sembradíos de soja y otras semillas, y asegura que de una tonelada de grano es posible elaborar unos 100 litros de biodiesel, a un costo de 80 centavos cada litro, libre de cargas impositivas y sin intermediarios, si bien este precio varía de acuerdo a la cotización de los cereales en el mercado.

"Esta es la concreción de algo que vengo armando desde hace varios años y que no es otra cosa que dar valor agregado a la producción agrícola de la zona. Es, en definitiva, una planta ecológica que funciona con su propia energía y por lo tanto podría producir en medio del desierto, siempre y cuando tenga materia prima que sea grasa", explicó.

"Lo mío es una cuestión de vocación por las energías alternativas. Como el petróleo siempre se manejó como un monopolio, en la historia de la humanidad ésta es la primera vez que la gente tiene la posibilidad de fabricar su combustible", consideró.

Para poner en marcha una planta similar a la que Ameglio instaló en General Galarza es necesaria una inversión, entre obra civil y módulos de producción, cercana a los 300 mil pesos. "Estas unidades son altamente rentables en lugares que, por su ubicación geográfica, es imprescindible la generación de energías alternativas", dijo.

El productor aclaró que el emprendimiento no sólo permite obtener biodiesel sino también aceites de otras semillas además de la soja -como girasol, lino, algodón o sésamo- y fabricar subproductos para explotar el speller -que se utiliza en alimentos balanceados- y el glicerol, que tiene múltiples aplicaciones y es muy rentable como componente para elaborar jabones industriales.


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La denominación de General Galarza se oficializó en 1948.

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