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miércoles,
18 de
octubre de
2006 |
Luz de alerta
para pícaros
Las condenas por delitos económicos no son frecuentes en los tribunales locales, donde es rutinaria la persecución de delincuentes comunes o casos de robo. La quiebra fraudulenta se pena con prisión de dos a seis años e inhabilitación especial. Esa figura se aplica al comerciante que simula deudas o enajena sus bienes para perjudicar a la masa de acreedores de un concurso. Si bien la quiebra es un recurso para hacer frente a problemas económicos, la ley la castiga cuando es fraguada para conservar capital en perjuicio de terceros.
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