Año CXXXVII Nº 49262
La Ciudad
Política
Economía
La Región
Información Gral
El Mundo
Policiales
Opinión



suplementos
Ovación
Escenario
Educación


suplementos
ediciones anteriores
Salud 11/10
Página Solidaria 11/10
Turismo 08/10
Mujer 08/10
Economía 08/10
Señales 08/10
Educación 07/10

contacto

servicios
Institucional


 sábado, 14 de octubre de 2006  
Incomunicados. Ecologistas evaluaron con La Capital el nuevo bloqueo de ruta
Gualeguaychú puso en jaque la estrategia ante La Haya
Un sector de la asamblea entiende que la dinámica del piquete rinde más frutos que las presentaciones judiciales

Walter Palena / La Capital

La Asamblea Ambiental de Gualeguaychú, con su decisión de cortar la ruta, volvió a correr el conflicto de las papeleras hacia un terreno que en el corto plazo rinde sus frutos pero que a la larga pone en riesgo de muerte la estrategia argentina en el Tribunal Internacional de La Haya, el organismo supranacional al que el presidente Néstor Kirchner recurrió para dirimir la disputa con el gobierno uruguayo por la instalación de plantas de celulosa en la vecina orilla de Fray Bentos.

"Esto se venía venir. Había que tomar otro rumbo y el pueblo es el que debe tomar las riendas", dijo ayer a La Capital Jorge Fritzler desde Arroyo Verde, a 8 kilómetros de puente internacional, el punto emblemático que los asambleístas de Gualeguaychú eligieron para exhibir y vocear sus protestas.

Fritzler fue el encargado, el martes a la noche en el teatro de Gualeguaychú, de exponer la posición más radical y mocionar para volver a bloquear el puente. Su postura ganó, pero la votación abrió diferencias en la Asamblea Ambiental que recién saldrán a la luz cuando pase el bullicio del nuevo piquete.

Por lo pronto, la decisión de volver a la ruta precipitó las renuncias de los cuatro abogados de la Asamblea que estaban colaborando con el equipo de la Cancillería que trabaja en la preparación de la demanda argentina en La Haya.

Fabián Moreno Navarro, Ana Angelini, Jorge Daneri y Ester Sportuno dejaron de prestar servicio ad honórem con la Cancillería la misma noche en que en el teatro de Gualeguaychú la "mayoría" optó por reinstalar el camping a la vera de la ruta, sacar del galpón el clásico acoplado colorado y plantar la tranquera en el asfalto: los símbolos de la lucha en los tiempos del festín mediático ecologista.

"A veces el corazón tiene razones que la razón no entiende. Los asambleístas están actuando con el corazón, y a veces hay que poner de lado el corazón y actuar con la razón", dijo ayer la secretaria de Medio Ambiente, Romina Picolotti, a modo de reproche. Más allá de este entendible juego poético, la funcionaria omitió referirse a una cuestión crucial: la acción ilegal de cortar una ruta internacional. Prefirió hacer llamados a la "reflexión" y descargar diatribas contra el Banco Mundial, cuyo informe a favor de la instalación de las papeleras en Fray Bentos desató la furia contenida de los activistas entrerrianos.

Hace un mes y medio, el Tribunal Arbitral del Mercosur reprochó al gobierno argentino su "actitud permisiva" frente a los cortes y calificó de "inadmisibles" los bloqueos de caminos entre dos países que comparten fronteras y además integran un mercado común. A esto se le suma otro fallo en contra en La Haya, que no hizo lugar a la medida cautelar presentada por Argentina para frenar la construcción de las papeleras hasta que salga el veredicto definitivo.


Sin paciencia
"Gualeguaychú explotó; no tenemos más paciencia", dijo a La Capital Juan Veronesi, uno de los fundadores de la Asamblea Ambiental, quien, sin embargo, no estuvo de acuerdo con volver a los cortes de ruta. "Voté en contra, pero acato lo que decide la mayoría y luego veremos qué consecuencias nos trae", se resignó, y culpó al Banco Mundial de provocar a los ciudadanos con la publicación en internet del borrador del informe de impacto ambiental. "Si querían medir una posible reacción, bueno, acá la tienen", agregó en referencia al nuevo corte votado por la Asamblea.

Al igual que su colega Fritzler, Veronesi dio a entender que había indicios de un conflicto en ciernes, que fue capitalizado por el ala dura de la Asamblea cuando el Banco Mundial difundió el informe. "Por cómo venía la mano, tarde o temprano los cortes iban a volver", reconoció.

Aún a riesgo de caer en un antipático paralelismo, un sector numeroso de los ecologistas de Gualeguaychú actúa con la misma lógica del asambleísmo que alumbró la crisis del 2001: la proclama del antisistema y la actuación por encima de las leyes.

"Esta medida podrá ser impopular, traer algún escollo ante el tribunal internacional, pero el que recurre ante La Haya es el Estado argentino no el pueblo de Gualeguaychú", evaluó Veronesi, alejándose incluso de los caminos legales.

Más frontal, Fritzler directamente ya desestimó la acción legal del Estado argentino ante la Corte de La Haya. "Hay que abrir otro camino, como el que estamos haciendo ahora, porque se demostró que lo del tribunal no sirve porque responde a los intereses del capitalismo internacional. Estamos en la recta final del conflicto y hay que apretar el acelerador a fondo", descargó el ecologista, abriendo con su posición extrema varios interrogantes sobre si el nuevo piquete es producto de un espasmo de fin de semana largo o el inicio de una contraofensiva que pone al gobierno de Kirchner en el dilema que menos le gusta: hacer cumplir las leyes sin pagar un costo político.
enviar nota por e-mail
contacto
Búsqueda avanzada Archivo

Ampliar FotoFotos
Ampliar Foto
Los activistas volvieron a irrumpir en la ruta a Bray Bentos.

Notas Relacionadas
Uruguay dice que buscan dañarlo

Pese a la queja del gobierno, se bloqueó el paso a Fray Bentos




  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados