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sábado,
14 de
octubre de
2006 |
La gente cambió el "Miguel" por
el "Russoo" pero el idilio sigue
Los hinchas canallas le dieron la mejor bienvenida al actual técnico de Vélez
Fue más formal pero para el técnico de Vélez habrá tenido el mismo sabor. Esta vez, nada de tutearse. La hinchada de Central cambió el clásico "Miguel, Miguel" por el "Russoo, Russoo", pero la emotividad del momento trascendió igual el detalle.
Miguel Angel Russo se llevó la ovación de la noche en un Gigante siempre dispuesto a recibirlo con los brazos abiertos. Y todo en el primer acto, ni bien el ex entrenador canalla asomó su cabeza por la manga, después de que ingresara todos sus jugadores y colaboradores.
Empezó con un aplauso que se fue haciendo ensordecedor a medida que el grueso de la hinchada vislumbró su figura y siguió con el "oleé, oleé, oleé, Russoo, Russoo", a lo que el DT respondió con mano en alto mientras encaraba hacia el banco de suplentes que ya ocupaba Gorosito.
Corrigió sobre la marcha, encaró para su banco y la mayoría del equipo canalla se acercó a saludarlo. Luego, nunca se quedó quieto en su asiento. Vio el partido de pie como Pipo y se la pasó dando indicaciones.
Las casi 30 mil almas que ocuparon el Gigante se dedicaron luego a lo suyo, más aún tras el tempranero gol de Ruben que los hizo explotar de alegría. Por entonces, Russo masticaba bronca en silencio y no le gustó nada la expulsión de Cubero en sus propias narices, aunque no se supo si se quejó contra el árbitro o contra el propio jugador por su imprudencia.
Anoche se apuntó varios porotos en Vélez, donde no parecía tener la banca de otrora. En Central sí. Y por lo visto anoche ese romance se acentúa según pasan los años.
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