Implantan células madre a pacientes con esclerosis múltiple

La medicina regenerativa, que intenta usar la capacidad de reparación del propio organismo, es el nuevo paradigma científico del siglo XXI. El descubrimiento de la potencialidad de las células madre abre numerosas expectativas para mejorar o revertir patologías que dañan los tejidos del páncreas, corazón, o el cerebro. Mientras en el mundo se investiga sobre el tema y se publican novedades en las principales revistas científicas, en la Argentina, un grupo de profesionales integrado por médicos rosarinos y de Buenos Aires afirma que logró revertir, al menos en una primera etapa, los síntomas de un paciente de 42 años con esclerosis múltiple, una enfermedad neurológica y degenerativa que afecta los movimientos y el habla. El procedimiento, que no registra antecedentes, consistió en un implante de células madre autólogas (propias de la persona), acompañado por un cambio en la dieta y la ingesta de infusiones fitoterapéuticas.

"Ya ni me acuerdo de tomar una aspirina. No podía caminar, ni abrocharme los botones de la camisa, había dejado de trabajar... y ahora volví a mis actividades normales", relata el odontólogo Juan Papp, quien en marzo de este año se sometió al procedimiento encarado por el médico rosarino Néstor Sosa junto a un equipo de profesionales. A Papp le habían diagnosticado esclerosis múltiple en el 2003. Según los informes médicos del equipo que lo trató en una primera instancia, el paciente "sufre de esclerosis múltiple definida con una primera manifestación en 2001, con un cuadro de hipoestesia superficial en hemicuerpo derecho... en enero de 2002 presenta un segundo episodio de parestesia en miembros superiores y se le practica una resonancia magnética de cerebro con focos hiperintensos...en abril de 2004 presentó un nuevo episodio de empeoramiento motor en miembros inferiores con alteración del equilibrio..." Un informe al que accedió La Capital indica que no había dudas del diagnóstico.

"El tratamiento dado en ese momento fue en base a la droga Interferón (tratamiento inmunomodulador), pero no iba ni para atrás ni para adelante. No tuve ninguna mejoría. El año pasado me conectaron con el doctor Omar Airat (del equipo de Sosa) y comencé con la dieta de desintoxicación y el tratamiento fitoterapéutico. En marzo de este año me hicieron el implante de células madre. En un mes empecé a notar los cambios", se entusiasma el paciente que vive en Buenos aires, está casado y es padre de dos hijos pequeños.


El tratamiento, paso a paso
En diálogo con La Capital, Sosa explica que Papp no es el único paciente con esclerosis múltiple en tratamiento con el grupo y que hay otras tres personas con el mismo diagnóstico que tienen una "buena evolución". "Presentamos este primer caso porque los resultados están a la vista. Clínicamente el paciente ha hecho una evolución sorprendente", señala.

El médico, que es especialista en diagnóstico por imágenes y se dedica desde hace años al área intervencionista, señala que en el caso de Papp y de los otros pacientes, lo primero que hacen en el marco del tratamiento que ellos proponen, es mejorar la condición fisiológica. "Con dieta y fitoterapia los ponemos en condiciones. Luego extraemos células madre del ala ilíaca (de la cadera). El primer paso es extraer médula para luego separar las células madre. Este es un trabajo que realiza el médico rosarino Jorge Saslavsky. Finalmente, a través de cateterismo de la arteria femoral colocamos las células madre. Cuando se trata de esclerosis múltiple las llevamos hasta la región de los núcleos lesionados, visualizados en resonancia magnética; en el paciente del que hablamos, estaban ubicados en la columna cervical y en el cerebro", relata.

"El procedimiento requiere peridural o anestesia general para extraer las células -según el estado del paciente- y anestesia local para el cateterismo por medio del cuál las implantamos", especifica el médico. "Luego dejamos a la persona en observación y al otro día se va a su casa".

Respecto de los efectos colaterales de esta práctica que aún no fue reconocida a nivel mundial, detalla que "hay suficiente evidencia de que el trasplante autólogo no tiene contraindicaciones ya que hace años se practica con los autotrasplantes de médula" y pide aclarar que "todo lo que hacemos se basa en la responsabilidad y en el respeto por el paciente; de ninguna manera ponemos en riesgo a la persona o le sumamos problemas con el procedimiento", afirma.

Sosa dice que prefiere ser cauto a la hora de evaluar los resultados a largo plazo: "Las mejoras en el paciente pueden ser comprobadas clínicamente, pero es necesaria una profunda evaluación mundial para determinar sus alcances y límites", destaca.

Mientras tanto, desde su casa, Papp asegura que su vida dio un vuelco de 180º: "Me daban por un caso perdido; todas las noches me acostaba pensando con qué dificultad me encontraría al otro día. Estaba atrapado en mi propio cuerpo, una sensación espantosa. Me atreví a dejar el tratamiento que se conoce como convencional, y acá estoy, de pie, trabajando y disfrutando de mis hijos", dice emocionado.

El equipo de médicos que desarrolla esta práctica con células madre está integrado por : Néstor Sosa, especialista en diagnóstico por imágenes; Jorge Saslavsky, profesor de hematología; Héctor Alberdi, especialista en hemodinamia; Mario Groberman, profesor en nutrición; Alfredo Vitulo, jefe del Departamento de Investigaciones Biológicas de la Universidad Maimónides, y Omar Airat, clínico y especialista en terapéutica biológica. El trabajo de los profesionales cuenta con el apoyo de la Universidad Maimónides.

"Presentamos este primer caso porque los resultados están a la vista", señaló Sosa.