Inferiores rojinegras

La fuga de infantiles es un tema a resolver

Un pibe de 10 años fue a Boca. Otro de 13 se había ido a River

La fuga de jugadores está a la orden del día. Empresarios, representantes o los mismos técnicos de algunos clubes se encargan de recolectar por distintos lares jugadores que son seducidos con grandes promesas. A veces cumplidas y otras no. Pero el llamado de atención es que chicos de sólo 10 años caen en esta locura de encantamiento. Como ocurrió en Newell's hace algunos meses, donde Esteban Rueda (categoría 96) dejó la escuela de fútbol de Malvinas para llevar su juego a Boca Juniors. O como sucedió con Lucas Foestra (93), que de un día para otro apareció en River Plate. O como el ya conocido caso de Fernando Forestieri (90), que partió de la mano de Raúl Madoni hacia la Ribera y después apareció en Genoa (Italia).

Rueda, un enganche que también puede desempeñarse de delantero, se fue de la mano de un representante a probar suerte en la entidad xeneize. El hombre de negocios se encarga de pagarle un departamento en Buenos Aires para que pueda entrenar en Boca, aunque no puede jugar en los torneos oficiales porque aún está fichado en Ñuls.

En el caso de Foestra, un número nueve con "mucho porvenir", según contaron los distintos técnicos de las inferiores rojinegras que fueron consultados por este diario, fue fascinado por el poderío millonario con promesas económicas hacia los padres por demás de interesantes que fueron "difíciles de desechar", según confiaron desde el Parque.

De todas maneras, actualmente existen chances de que el juvenil atacante pueda retornar a Ñuls.

Un caso reciente y de mayor repercusión es el de Fernando Forestieri (16 años), que de Newell's se fue a Boca de la mano de Raúl Madoni. Aunque después la entidad xeneize se quedó sin el delantero ya que emigró a Genoa de Italia, de la mano de su descubridor, el empresario Fabián Soldini.

Precisamente en Italia ya todos lo dan como "el nuevo Messi". Incluso, la Federación Italiana intentó convocarlo a la Sub 17 ya que el jugador tiene doble nacionalidad.


Pasa en todos lados
Esto no le sucede sólo a Newell's sino lo padecen otras entidades. Como, tal vez, lo pudo haber hecho el club del Parque con instituciones de distintas ligas del interior, que muchas veces ven cómo se les van futuras promesas, quizás, sin ver un centavo.

Todo se inicia en los torneos que se realizan en distintos puntos del país. Es ahí donde River y Boca, sobre todo, analizan a los pibes y si hay interés en alguno seducen a los padres con grandes promesas que ni Newell's ni Central -por citar algunos- están en condiciones de igualar.

Los clubes y representantes cada vez los buscan más chicos.