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 miércoles, 11 de octubre de 2006  
Milagroso. Un recién nacido sobrevivió luego de ser abandonado en la madriguera de un tatú carreta, en Brasil
Rescatan a un bebé que estuvo enterrado un día en una cueva
"Pensábamos que ya estaba muerto, pero le sacamos la tierra de la boca y empezó a llorar", dijo un policía

Un bebé recién nacido que había sido enterrado vivo hacía un día en la madriguera de un tatú carreta fue rescatado sano y salvo ayer por la policía militar de la localidad brasileña de Laranjeiras do Sul, situada a 360 kilómetros de la ciudad de Curitiba, en el sur de ese país.

"Pensábamos que el bebé ya estaba muerto porque apenas pudimos sacar la carita afuera estaba muy quieto, envuelto en restos de placenta y cubierto de moscas, pero apenas le sacamos la tierra de la boca comenzó a llorar", confió, emocionado, el teniente Marcos Paluch, de la policía militar de Curitiba.

El bebé fue hallado ayer a la tarde, después de que un perro comenzara a olfatear la madriguera y de que los vecinos llamaran a la policía ante la presunción de que podría tratarse de la criatura.

"El bebé, de sexo masculino y de ocho meses de gestación, nació el domingo entre las 16 y las 18 y fue colocado en el agujero, que existe en un bosque situado a unos 100 metros de la casa de la madre", informó el teniente.

El niño pesa 2,800 kilos, mide 46 centímetros y se recupera en el hospital San Lucas, donde ayer a la tarde el médico que lo atendió estaba en una cirugía.


La madre quedó detenida
La madre del bebé, Lucinda Ferreira Guimaraes, de 40 años, que vive en la Villa San Miguel, un barrio pobre de Curitiba, fue detenida enseguida, en un bar de las afueras de la ciudad.

El domingo los vecinos notaron que Lucinda tenía manchas de sangre en sus ropas y que ya no contaba con la panza del embarazo, por lo que comenzaron a buscar en el barrio para saber qué había pasado con el bebé.

"Ella negó ser la madre de la criatura, pero los médicos confirmaron su maternidad", advirtió la policía luego de la detención.

La mujer apenas lloraba y, según la policía, no dio ninguna explicación sobre su supuesto acto.

Lucinda posee otros cuatro hijos, el más pequeño de 5 años, y ahora podría ser imputada de aborto o tentativa de infanticidio.
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El bebé estaba rodeado de moscas. (gentileza O Estado do Paraná)

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