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miércoles,
11 de
octubre de
2006 |
El hombre actuaría en complicidad con una voz anónima, que sería un travesti
Un insólito ardid de un taxista deriva en
charlas de alto voltaje con sus pasajeras
Varias mujeres alertaron que un chofer les pidió sus datos para un concurso de lencería y luego las inquietó
Silvia Carafa / La Capital
"Lo que viví fue una especie de acoso sexual", relató Graciela, una mujer de 48 años que anteayer tomó un taxi y su conductor derivó la conversación hacia un supuesto concurso de lencería. El hombre le pidió el número de teléfono para que su novia la incluyera en un sorteo y después le hizo preguntas que la incomodaron. Su sorpresa fue mayor cuando esa misma tarde recibió un llamado invocando a una conocida marca comercial y una voz de mujer "muy particular" llevó la charla hacia un terreno escabroso y con cierto tinte de perversión con la excusa de describir bombachas y corpiños.
Graciela relató ayer lo ocurrido después de comprobar que nunca existió tal concurso. Lo que aún no sabía era que su caso no era el único. Según las encargadas de los locales de Caro Cuore (la firma invocada por los embaucadores), decenas de mujeres consultaron sobre experiencias similares. "Por favor, aclaren que esta empresa no tiene nada que ver, que no tiene en marcha ningún concurso y que no hace ese tipo de promociones", enfatizaron.
Además relataron que en los últimos dos años recibieron numerosas consultas por parte de mujeres de distintas edades sobre supuestos concursos en los que, sin haber participado, se las anunciaba como ganadoras a través de llamados telefónicos. "Tu nombre lo escribió una amiga tuya y ganaste, tenés que decirnos cómo querés el corpiño, qué medidas usás y qué preferís para ocasiones especiales", decía una voz que algunas calificaron como distorsionada y otras como de un travesti.
En ese punto lo que aparecía como una promoción tomaba otros rumbos y la situación se volvía por demás de incómoda. "Muchas cortaban la comunicación porque se daban cuenta de que era algo insostenible, pero igual se llegaban hasta el local para ver qué pasaba", comentaron las empleadas. A su turno, y en los distintos locales en que se comercializa la marca que tiene como símbolo a un corazón, las empleadas insistieron en deslindar cualquier responsabilidad de la empresa con ese tipo de maniobras.
"Nosotros no tomamos datos ni hacemos encuestas, mucho menos por teléfono. La gente tiene que estar advertida y no dar sus referencias personales ni atender este tipo de llamados", recomendaron desde la firma.
Las modalidades empleadas
Hasta ahora son dos las modalidades empleadas para embarcar a la gente en estos concursos truchos: la guía de teléfono contactando a mujeres titulares, y la intervención de un taxista que se ofrece como intermediario para llevar los datos a su novia, supuesta empleada del comercio de lencería, para incluir a la pasajera en un concurso.
"El taxi es un servicio público y lo que me pasó me da miedo, uno no sabe quién está al volante", dijo Graciela después de contar la insólita experiencia vivida en las primeras horas del lunes. Además dijo que denunció el caso ante el Sindicato de Peones deTaxis, donde también indagó sobre qué medidas de seguridad se toman a favor de los pasajeros.
"En el sindicato me dijeron que no hay exámenes psicológicos para los conductores y que ellos propusieron que cada taxista debía tener un cartel con su foto y nombre a la vista, pero que la medida no prosperó", explicó la mujer. Además remarcó que la alertaron sobre la conveniencia de pedir ticket en cada viaje, lo que puede utilizarse como comprobante ante una irregularidad.
Para Graciela, el hecho de que el taxista le haya pedido su nombre y su teléfono para un concurso y después haya recibido un llamado telefónico de parte de una mujer, o con la voz simulando la de una mujer, es algo que debería tenerse en cuenta. "Quiere decir que hay una complicidad. Esto es serio, porque uno manda los hijos en taxi por seguridad y puede haber cualquiera al volante", enfatizó.
Según indicó una de las empleadas de Caro Cuore, las llamadas remiten a situaciones de perversión por el tono al que se deriva la charla. "Hasta preguntan situaciones relacionadas con el sexo", relataron. En una de las llamadas quedó un número en el identificador, pero correspondía a una cabina telefónica de las inmediaciones de Urquiza y Presidente Roca. No fue el único caso, otros dos números rastreados terminaron llevando hasta una cabina pública.
Graciela detalló que la voz que escuchó en el teléfono era "especial y muy modulada", y sobre todo le llamó la atención cuando en tono de franqueza le dijo "hablemos de mujer a mujer" y descargó una andanada de preguntas subidas de tono que hasta incluyeron precisiones sobre "poses". Conmocionada por haber quedado expuesta a un fraude, aseguró que puede describir con precisión al chofer que tomó en Zeballos, entre Moreno y Balcarce.
Repudio
El titular del Sindicato de Peones de Taxis, Horacio Boix, repudió el accionar del taxista hot y adelantó que se ocuparán del caso en la medida en que cuenten con la identificación del auto. También confirmó que la propuesta de poner la foto y los datos del chofer a la vista de los pasajeros no se puso en práctica por parte de la Secretaría de Servicios Públicos de la Municipalidad.
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