Taxis del Primer Mundo

En los últimos días he visitado vuestra cuidad y me ha impresionado por su tamaño, cultura y de lo que todos hablan: su crecimiento. Lo que sí llamo mi atención es la manera con la que manejan el tema taxímetros. A razón de esto les dejo algunos datos. Según el Ayuntamiento de mi ciudad, Lérida (España), se contempla el servicio de taxímetros los siguientes parámetros: el taxi es un automóvil con conductor que se alquila para realizar un recorrido determinado, la palabra “taxi” deriva del griego “tacho” que significa movimiento. Estos disponen de un reloj (taxímetro) aparato que indica la tarifa a pagar según el tiempo y la distancia recorrida. Cabe en mí destacar que a diferencia de vuestro servicio aquí la tarifa difiere si se trata de un servicio normal o nocturno o día festivo. También es válido aclarar que el sistema de pago por tarjeta es un servicio adicional y no exclusivo. Barcelona posee en la actualidad 10.500 taxis que transportan 108.000.000 pasajeros anuales. En los días laborables trabaja el 80% de la flota, sábados y domingos lo hace la mitad, mientras que en horario nocturno menos del 25%. Operan 18 radios-teléfonos, pero un estudio determinó que es en la calle donde la gente toma los taxis. El taxi está insertado en otros sistemas de transporte a saber: la red de autobuses, el metro y los sistemas de ferrocarriles. El paso adelante en cuanto al relación pasajero-taxista la ha dado la organización “Ciutat groga” (ciudad amarilla) con el objetivo de mejorar la capacidad profesional y las condiciones de trabajo de los taxistas. El objetivo primordial de “ciudad amarilla” es aprovechar lo mejor del taxi como herramienta de trabajo, como también dar formación sobre turismo, historia, inglés, catalán y mecánica del automóvil. También se ocupan de seguros colectivos para cubrir incendios y robos, obtener créditos para la renovación de unidades, autopartes etcétera.Otra cosa que se contempla es que al ser un empleo solitario es la de integrar al conductor a eventos sociales mediante congresos, reuniones, etcétera. A mi parecer, los de los hurtos lo debe solucionar la ley y en cuanto a los servicios tiene mucho camino por recorrer.Espero que mis palabras puedan servir para algo y como suele decir cualquier catalán: “Despabilad, despabilad”.

Gabriel Ginzo (Lérida, España)