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miércoles,
13 de
septiembre de
2006 |
Recursos farmacológicos
El neurólogo Gerardo Tiezzi destaca que existen actualmente dos líneas de terapias farmacológicas para intentar detener la progresión de la enfermedad. Uno de los caminos es el de los inhibidores de la acetilcolinesterasa -que evitan la degradación de la acetilcolina en la sinapsis neuronal- que mantendrían las neuronas activas por más tiempo. "En el Alzhemier las neuronas tienen un código programado de muerte. Esta medicación retrasa la evolución de la enfermedad", señala el médico, y agrega que esta se considera la primera línea de tratamiento.
La otra droga aprobada, menciona Tiezzi, es el memantine, un inhibidor del N-acetilaspartato que logra una mejoría en casos moderados o severos. "Podemos manejarnos con estas dos líneas, y con la vitamina E asociada a un inhibidor. Hay mucha otra medicación dando vueltas que no ofrece resultados comprobados. Los vasodilatadores, a mi entender, no sirven".
La droga más avanzada es el tramiprosate (Alzhemed), una molécula que se ingiere por vía oral y reduce el número de placa amiloide. Los estudios finales que muestren el beneficio de esta droga están finalizando y en un tiempo se conocerán los resultados.
Finalmente Tiezzi señala que hoy existen muchas esperanzas en una vacuna que produzca un proceso de inmunización pasiva que cure la enfermedad.
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