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miércoles,
13 de
septiembre de
2006 |
Cumbre. Ambos presidentes se reunieron ayer en una bodega de Mendoza
Kirchner y Bachelet ratificaron la decisión de avanzar en la integración
Firmaron el llamado a licitación de la construcción del Ferrocarril Trasandino Central y evitaron el tema gas
El presidente Néstor Kirchner y su par de Chile, Michelle Bachelet, firmaron ayer el llamado a licitación conjunta para la construcción del Ferrocarril Trasandino Central, ratificaron la voluntad de avanzar en la integración binacional pero reconocieron obstáculos y evitaron definiciones sobre las controversias en torno al suministro de gas argentino al vecino país.
Ambos mandatarios compartieron una reunión a solas durante casi una hora en la sala de encuentros de la bodega Trivento, de capitales mixtos, ubicada en la localidad mendocina de Maipú.
Luego se mostraron sonrientes, pero medidos y, junto a la ausencia de cualquier referencia a las diferencias por el precio del gas, compartieron en sus discursos los mismos argumentos: las discrepancias subsisten pero también la decisión de avanzar con la alianza.
"Integrarse no es fácil, tiene sus idas y sus vueltas; se trata de compatibilizar intereses, de discutir y acordar, y a veces se disiente", dijo Kirchner frente a la audiencia de funcionarios y empresarios de ambos países y rodeado por paredes recubiertas de barricas de roble francés.
Minutos antes, Bachelet también aludió a las marchas y contramarchas del acercamiento entre ambas naciones. "A veces se puede ir más rápido, en otros temas se avanza más lento, lo importante es continuar avanzando y tener logros que permitan beneficios para nuestros pueblos", dijo.
Sentados junto a los mandatarios estuvieron el canciller, Jorge Taiana; el vicecanciller chileno, Alberto Van Klaveren; la primera dama, Cristina Fernández de Kirchner, y el gobernador de Mendoza, Julio Cobos.
Kirchner criticó, sin referencias específicas, a los sectores de la oposición chilena que cuestionaron las decisiones argentinas de, primero, racionar la exportación de gas y, luego, aumentar el precio.
"Va a afrontar siempre la visión sectaria de aquellos que creen que Argentina y Chile deben competir permanentemente", le dijo Kirchner a Bachelet. Luego apuntó contra quienes sufren de "miopía histórica y no pueden ver un proceso de integración que debe avanzar en toda la región". Seria, Bachelet asentía; antes, la presidenta había cerrado su discurso con la exclamación "¡viva la Argentina, viva Chile!".
La relación binacional se deterioró cuando, a comienzos del 2004, Argentina restringió la exportación de gas a Chile para enfrentar el aumento de la demanda interna.
Además, el precio del millón de BTU (unidad británica de medida) pasó de 2,80 a 4 dólares porque Argentina incrementó sus importaciones de gas desde Bolivia, que también ajustó sus precios.
Antes de retirarse, Bachelet reforzó la decisión de mantener el acercamiento con una interpelación directa a Kirchner: "Le expreso entonces, señor presidente, el firme compromiso de mi gobierno de seguir esforzándome para que los chilenos junto a los argentinos valoren y realicen, junto a las tareas de cada día, esa amistad y solidaridad que nos hará grandes".
Kirchner saludó a los simpatizantes que se habían acercado y también se marchó sin participar del almuerzo que se había preparado en homenaje a ambos.
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Fotos
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Kirchiner y Bachelet, durante el encuentro.
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