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 domingo, 23 de julio de 2006  
Tucumán: la sucursal del cielo
San Pedro de Colalao ofrece un clima benigno durante todo el año y tesoros arqueológicos poco conocidos

San Pedro de Colalao, llamada por los lugareños la "sucursal del cielo", es una de las villas veraniegas más importantes de la provincia de Tucumán. A 24 kilómetros de Trancas y a 86 al norte de la ciudad capital se encuentra esta villa turística extendida a lo largo de un angosto valle bordeada por dos ríos de montaña, el Tipas y el Tacanas. Su estratégica ubicación, le otorga un clima excepcionalmente benigno durante todo el año. Sus días templados, entre diciembre y abril, son una invitación para recorrer su imponente geografía, con tesoros arqueológicos poco conocidos.

La villa cuenta con una excelente infraestructura hotelera, campings, bares y servicios que lo hacen un centro de fascinantes circuitos para el turismo de aventura durante todo el año.

Guitarreadas, fogones, destrezas criollas y festivales folclóricos, todo se combina para hacer de la villa un lugar perfecto para visitar.

Se pueden disfrutar aquí de todas las manifestaciones culturales, desfiles de gauchos, copleras, teatro campestre, exposiciones pictóricas de artistas de la zona, la feria artesanal y de dulces regionales, y el Festival Nacional de la Humita en enero; Festival Provincial del Quesillo y escenificación de los Milagros de Lourdes en febrero y en Semana Santa, todo el esplendor del Festival Nacional de la Nuez.

San Pedro de Colalao se transformó en villa de descanso en 1875, cuando la comunidad de indios Colalao se desprendió de sus tierras. Desde entonces, distinguidas familias de Tucumán construyeron sus residencias de vacaciones en esta localidad, que pertenece al departamento de Trancas. El casco viejo se caracteriza por las casas de estilo que resaltan la unidad y la sobria elegancia de sus líneas arquitectónicas, alrededor de la plaza Leocadio Paz.

San Pedro de Colalao fue fundado en 1692 por el encomendero don Pedro de Avila y Zárate. El topónimo deriva del primer encomendero unido al de los indios Colalao reubicados en esta zona. Como villa fue delineada en 1895.


Plaza central
En San Pedro se encuentra la plaza central Leocadio Paz, enmarcada por antiguas casonas de fines del siglo XIX, de sobrias líneas del clasicismo italiano. Tiene una añosa arboleda de tipas y flores de estación junto a la iglesia de San Pedro, el Museo y la Biblioteca Juan Bautista Alberdi y la comuna, entre otros edificios.

Otro sitio para descubrir es la iglesia de San Pedro y la curiosa historia de la campana. La construcción del templo estuvo a cargo de los hermanos Médici, naturales de Módena. En su interior existe un lienzo que representa a la Inmaculada Concepción, obra del italiano Gaspar Spadafora. Dentro de las piezas más antiguas (300 años) y de mayor valor religioso está la imagen del santo patrono, escultura tallada en madera blanda de tono popular.

En cuanto a la historia de la campana se dice que la trajeron los jesuitas a mediados del siglo XVII. De aleación de oro, hierro y cobre, luego de haber sido extraviada hace muchos años, es encontrada en 1980 en las márgenes del río. La pesada campana de 87 kilos se exhibe en el atrio de la iglesia.

En los alrededores de San Pedro de Colalao hay muchos lugares para ser visitados entre ellos la Piedra Pintada, a 9 kilómetros de la villa, cercano al cauce del río Tipa. Allí se encuentra un petroglifo erróneamente llamado "piedra pintada", ya que las figuras están talladas. La dimensión de la piedra es de unos tres metros de largo, 2.30 metros de ancho, y 1,60 metros de alto y su base está a más de dos metros por debajo del nivel del terreno.

Las dos vertientes norte y sur tienen grabados antropomorfos y zoomorfos. Se observan los órganos sexuales masculinos y femeninos y otras figuras de singulares formas. Se recomienda realizar esta excursión en compañía de guías especializados, quienes brindan detalles sobre este importante atractivo y el significado que se le atribuye. Además de "piedra pintada" existen otros petroglifos en la zona que pueden ser visitados en paseos de mayor duración, ya que se encuentran más alejados del centro turístico.


Otros circuitos
Otros circuitos para recorrer son Puente del Indio, Tiu Cañada, la Gruta de Lourdes, Chulca, la Reserva Fitozoológica Carlos Pellegrini y Hualinchay. Puente del Indio se puede visitar en dos horas y media y a caballo. Se trata de una formación natural en la montaña Diente Rojo, donde la erosión formó un puente. A los que realicen este paseo se le recomienda hacerlo con guías especializados.

A siete kilómetros de San Pedro se encuentra Tiu Cañada que posee una gran piedra central y otras periféricas en una disposición que constituiría un calendario pétreo solar. Tiu Cañada pudo haber sido un asentamiento aborigen, por los morteros diseminados en las mesadas. Se cree que con este calendario pétreo, los habitantes podían determinar los tiempos de riego y trabajo de la tierra.

Al pie del cerro, en la entrada a la villa, se emplaza la Gruta de Lourdes, sitio religioso réplica de la de Francia, en cuyas paredes se encuentra incrustada una piedra traída desde la gruta original. La virgen de Lourdes es considerada la segunda patrona del pueblo y goza de gran devoción por parte de la comunidad de San Pedro. En el mes de febrero miles de fieles se congregan para presenciar la obra del milagro de la virgen, representada por actores profesionales y colaboradores locales.

El paseo a Chulca tiene por objetivo llegar a una cuesta empinada llamada el Mirador, desde donde se puede observar la villa casi en su totalidad. Partiendo desde la plaza Leocadio Paz en dirección oeste, y bordeando las márgenes del río Chulca, el camino de guías, tras varias horas a pie o a caballo se puede acceder a la laguna Escondida. Ubicada entre montañas, una de las cuales se asemeja a una pirámide, es un espejo de agua de pocos metros de profundidad, donde habitan los llamativos "coipos" que lugareños y visitantes confunden con la nutria común. La totalidad verdosa de su superficie se debe a la gran cantidad de "lentejuelas del agua".


Reserva fitozoológica
A cinco kilómetros de la plaza principal, por calle Las Heras, se llega a la Reserva Fitozoológica perteneciente al Instituto Doctor Carlos Pellegrini. En un recorrido promedio de dos horas y media se pueden observar más de 150 especies exóticas (tucanes, leones, tigres de bengala, flamencos), autóctonas (zorros, águilas, pumas, tapires). Un circuito ecológico recorre 1700 metros cruzando los ríos Tipas y La Angostura, donde se observa la flora especialmente arbórea propia de las yungas. El establecimiento cuenta con un quincho para 120 personas, y es frecuente la visita de turistas y excursiones educativas.

Finalizando el circuito, a 18 kilómetros al oeste de la villa San Pedro, se encuentra Hualinchay, un pintoresco caserío rodeado de montañas que lo convierten en un atractivo visual de singular importancia. Se encuentra a 1700 metros sobre el nivel del mar y en su infraestructura se destaca un camping con piletas con agua de montaña. Desde esta localidad nace una huella que une esta región con la localidad de Colalao del Valle, excursión que puede ser realizada a pie o a caballo.
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La villa cuenta con una excelente infraestructura hotelera, campings, bares y servicios.


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