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 domingo, 23 de julio de 2006  
"Muchos de los familiares compraron la ilusión que les vendió Kirchner"
La dirigente dijo que no le sorprendió el enojo de la comunidad judía con el gobierno en el acto oficial

Walter Palena / La Capital

El nuevo aniversario del atentado a la Amia encontró a Laura Ginsberg otra vez fuera del acto oficial. Rechazada por las organizaciones judías por sus polémicas posturas y expulsada hace cuatro años de Memoria Activa, que ella misma ayudó a fundar, esta mujer docente de la UBA prefiere compartir tribuna con otros familiares de víctimas del Estado argentino, como el caso Cromañón, los asesinados en el diciembre negro o los piqueteros acribillados en el puente Avellaneda. "La Amia, igual que esos casos, es un crimen del Estado argentino", advierte, separándose de la hipótesis que sostiene como autores de la masacre al grupo integrista islámico Hezbolá, con la ayuda de Irán.

Ginsberg alcanzó notoriedad pública cuando el 18 de julio de 1997 pronunció el famoso discurso "Yo acuso", y lo hizo frente a varios ministros de Carlos Menem presentes, destinatarios principales de sus denuncias. Esposa de José Enrique Kuki Ginsberg, muerto en el atentado, la mujer fundó luego la Agrupación por el Esclarecimiento de la Masacre Impune de la Amia (Apemia), el mismo nucleamiento con el que el martes pasado hizo un acto paralelo al oficial y volvió a denunciar la complicidad del Estado argentino en la voladura en 1994 de la mutual judía de Pasteur al 600.

"La causa marcha a la prescripción, y el principal responsable de esto es el presidente Néstor Kirchner", sostuvo Ginsberg en una entrevista con La Capital, al tiempo que no se mostró sorprendida por el enojo mutuo de los familiares y el jefe del Estado en el acto oficial, cuando el padre de una víctima le recriminó al primer mandatario que ya no bastaba con decir que la investigación de la causa representa una vergüenza nacional. "La mayoría de ellos (por los familiares) optaron por comprar la ilusión que les vendió Kirchner", castigó.

-Por primera desde que asumió Kirchner hubo recriminaciones de los familiares y el gobierno adoptó también una actitud enojosa. ¿Cómo lo interpreta?

-Entiendo que ellos (los familiares) estén afectados porque compraron la ilusión que les vendió el gobierno. El presidente ni siquiera fue al acto oficial y el motivo fue que no tiene nada para mostrar. Además, la causa marcha hacia la prescripción y el responsable es también el propio presidente Kirchner. Nosotros, desde Apemia, venimos agitando esta denuncia desde hace meses y hasta el ministro de Justicia, (Alberto) Iribarne, no tuvo más remedio que admitirlo.

-Usted dice que Kirchner no tiene nada para mostrar, pero el gobierno sostiene que creó una unidad de fiscales para el caso y también abrió los archivos...

-Eso no es cierto, los archivos permanecen cerrados. La prueba más reciente la tenemos en el decreto secreto del 94, que se hizo público a través de los medios, en el cual se habilita al juez (Galeano) a pagar dinero a cambio de la declaración de alguien (Telleldín) para que pudiera construir una historia. Ese decreto se firmó cuando Iribarne era viceministro del Interior de Menem y hoy también lo convalida, y Kirchner no lo deroga. Kirchner después salió a decir que firmó decretos para que declararan en el juicio los espías de la Side. Lo que no dice es que esos decretos son terriblemente restrictivos para esos espías.

-¿Está diciendo que este gobierno también desvía la investigación?

-El presidente se quiere separar de los contubernios del pasado, pero él ha generado contubernios en el presente para poder no solamente cerrar la causa a nivel local, sino para entregarla al servicio de las políticas de EEUU e Israel en Medio Oriente. Nosotros no estamos de acuerdo en poner la causa Amia al servicio de esta política de guerra y agresión.

-¿Con quiénes ha concretado acuerdos espurios?

-El Comité Judío Americano estuvo en el país hace dos años, luego Kirchner viajó a Nueva York y recibió un premio de esa organización. Ahora vino el Congreso Judío Mundial con más de 100 representantes. Es la primera vez en la historia de esta entidad que sesiona en un país de América latina. Le están pidiendo intervención para que haya fuerzas permanentes en la Triple Frontera. Están concretando las presiones y los acuerdos que han venido generando durante años para que Argentina acuse a Irán del atentado, que es un crimen del terrorismo de Estado argentino.

-¿Es decir que usted no cree que Irán y el Hezbolá estén detrás del atentado?

-Nosotros no sabemos si hubo o no un suicida iraní, libanés o sirio. Lo cierto es que si así hubiera sido, cabe preguntarse cuáles fueron los vínculos entre el Estado argentino y esta supuesta conexión internacional para que un individuo solo viniera acá, comprara una camioneta, armara el explosivo y se inmolara en un edificio sin ningún tipo de apoyo local y de inteligencia. Lo único que pudo mostrar este gobierno, a través del superfiscal Alberto Nisman, es la identidad del suicida y esa mentira no duró ni 24 horas.

-Kirchner dijo que él, junto con Cristina, le advirtieron que la causa que llevaba Galeano no conducía a nada y que ustedes, los familiares, no le hicieron caso.

-¡Eso sí que es maravilloso! La senadora Kirchner formó parte de la comisión bicameral que le cubrió las espaldas a Galeano y que lo encubrió durante mucho tiempo. Lo que la mujer del presidente pudo haber dicho hoy no tiene ninguna importancia porque integró la bicameral que protegió a Galeano hasta el infinito.

-¿Había pruebas para que Telleldín, Ribelli y los demás policías de la Bonaerense siguieran en la cárcel?

-Este gobierno sepultó la conexión local. El pago a Telleldín, al igual que los acuerdos con Ribelli, los gestó el propio Estado a través de Galeano, y lo sostuvieron todos los gobiernos de turno. Por eso nosotros decimos que el atentado a la Amia es un crimen del Estado argentino. Cuando asumió, Kirchner planteó que él era el hijo de las Madres de Plaza de Mayo, que iba a trabajar en el tema de los desaparecidos y de la Amia. Fracasó en los dos.

-Usted sostiene que la causa marcha hacia la prescripción. ¿Qué es lo que tiene que suceder para que eso no ocurra?

-Alguien tiene que firmar que no prescriba.

-¿Cómo es el mecanismo legal?

-Es decisión política pura, que este gobierno no va a asumir porque viene de hacer todo lo contrario.
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Ginsberg, una de las voces más críticas de los familiares de las víctimas de la Amia.



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