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domingo,
23 de
julio de
2006 |
Si sale, Barreda no vivirá en su casa
Lo impide un litigio por la herencia. Es la misma vivienda donde mató a su esposa, su suegra y sus dos hijas
La Plata.- El odontólogo platense Ricardo Barreda podría recuperar su libertad en los próximos días tras casi 14 años entre rejas. Pero en caso de lograrlo, no podrá vivir en su casona de La Plata, la misma en la que asesinó a escopetazos sus dos hijas, su mujer y su suegra. La residencia, ubicada en la calle 48 entre 11 y 12, en pleno centro platense, es parte del litigio judicial desatado por la herencia de los familiares de las víctimas del odontólogo, causa que aún no tiene resolución.
Es que la causa que determinará la división de los bienes -la residencia platense y un departamento y un terreno en Mar del Plata- que tenía el odontólogo con su mujer y un inmueble que poseía una de sus hijas, está sujeta a la resolución final del expediente penal en el que está condenado Barreda.
Horacio González Amaya, abogado de los familiares de las víctimas, explicó que la causa por la herencia tiene más de 12 años "porque existe un problema prejudicial que era la posibilidad de que Barreda pudiera heredar, pero mientras no exista sentencia firme en sede penal, no se podrá avanzar mucho en este aspecto".
La hipótesis de que Barreda pueda heredar todos los bienes está sustentada en la posibilidad de que la Corte Suprema de Justicia de la Nación revea el fallo que el jueves último fue ratificado en la Suprema Corte de Justicia bonaerense, lo que agotó la instancia judicial provincial.
La defensa pretende en su recurso que presentará ante la Corte nacional que se lo declare inimputable, es decir que considere que el odontólogo tuvo las facultades alteradas y no comprendió la criminalidad de los hechos cuando asesinó a su familia.
En caso de ser declarado inimputable el dentista hereda gran parte de los bienes de su familia muerta, pero si es considerado culpable de los homicidios se lo "excluye por indigno" de heredar los bienes de las víctimas de su crimen y sólo mantiene la mitad de los inmuebles, de acuerdo al Código Civil.
Tal como está la causa hoy, con Barreda condenado a reclusión perpetua, el odontólogo mantiene el 50 por ciento de la casa de La Plata y los inmuebles en Mar del Plata, que le corresponde por ser un bien ganancial.
A pesar que la residencia platense tiene un alto valor de mercado por su ubicación -para la valuación fiscal 160 mil pesos y para operadores inmobiliarios 700 mil- Amaya explicó que "está prácticamente destruida por dentro" debido que no volvió a abrirse desde noviembre de 1992 cuando ocurrió la masacre.
Y a casi 14 años del hecho, aún conserva en su frente, las pintadas tanto en apoyo como en rechazo que recibió el odontólogo cuando su caso se hizo público.
El dentista quedó a punto de recuperar su libertad días atrás, a raíz de un fallo del Tribunal de Casación bonaerense que permite por primera vez computar doble sus años que lleva preso, pero la decisión fue apelada por el fiscal de Casación, Carlos Altuve.
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Fotos
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La casa, en el centro de La Plata.
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