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 domingo, 23 de julio de 2006  
Entidad humanitaria acusa a Estados Unidos de aplicar torturas

Washington.- Estados Unidos aplicó la tortura contra prisioneros iraquíes después del escándalo de los abusos en la cárcel de Abu Ghraib en Bagdad, en 2004, afirmó hoy la organización Human Right Wacht (HRW).

“Estos testimonios refutan las afirmaciones del gobierno estadounidense que la tortura y el abuso en Irak no fueron autorizados y fueron excepcionales. Por el contrario, fueron permitidos y usados” periódicamente, dijo John Sifton, investigador de HRW.

El informe de 53 páginas denominado “Si no hay sangre, no hay falta: Testimonios de soldados sobre el maltrato a detenidos en Irak”, recoge entrevistas a efectivos estadounidenses que participaron en el interrogatorio a prisioneros.

El documento también afirma que se produjeron abusos a prisioneros en un centro de reclusión cercano al aeropuerto de la ciudad de Mosul, y en una base militar ubicada en al-Qaim, cercana a la frontera con Siria.

“Se dijo a los soldados que la Convención de Ginebra (que garantiza derechos a los prisioneros de guerra) no era aplicable, y que los interrogadores podían usar técnicas abusivas para hacer hablar a los prisioneros”, dijo Sifton, autor del informe.

La divulgación de fotos de soldados estadounidenses aplicando tormentos a prisioneros en la cárcel de Abu Ghraib en 2004 derivó en que el Pentágono llevara a juicio a algunos de los militares acusados (todos de bajo rango).

Además, el Congreso norteamericano aprobó una ley que prohíbe a sus tropas la práctica de la tortura.

Sin embargo, el reporte de HRW afirma que las tropas estadounidenses continuaron torturando a sus prisioneros con el aval de sus superiores, entre 2004 y 2005, y que se amenazó a los soldados que se quejaron por el maltrato a los detenidos.

El informe afirma que en los interrogatorios se utilizaron perros para amedrentar a los prisioneros y “fueron regularmente desnudados y sometidos a palizas, ejercicios forzosos, privación severa de sueño y varias formas de tratamiento degradante e inhumano”.

El informe acusa un grupo especial, conocido como “Fuerza de Tarea 20”, “Fuerza de Tarea 121”, “Fuerza de Tarea 6-26” o “Fuerza de Tarea 145”, como el responsable de torturar a prisioneros en un centro de detención ubicado en las cercanías del aeropuerto de Bagdad, denominado Campamento Nama.

“Según los testimonios de los soldados, los detenidos en el Campamento Nama no fueron registrados ante el Comité Internacional de la Cruz Roja, en violación del derecho internacional”, sostiene el informe.

El documento, que cita a uno de los guardias que participaron en los interrogatorios del Campamento Nama, afirma que “las autorizaciones eran tan normales que los interrogadores usaban una plantilla para rellenar los formularios de autorización”.

“Nunca vi una hoja sin firmar. Me la firmaba el comandante, el que fuera en ese momento. Firmaba la autorización siempre que se la presentaban”, agrega el guardia citado por HRW.

Otro de los interrogadores citados en el informe, indicó: “Nos dijeron que son combatientes enemigos, no prisioneros de guerra, y entonces podemos hacerles todas estas cosas”.

La figura del “combatiente enemigo” fue creada por la Casa Blanca en el primer gobierno del presidente George W. Bush, tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 contra Washington, Nueva York y Pennsylvania.

Con esta medida, Estados Unidos busca evitar que los detenidos se encuentren bajo la protección de la Convención de Ginebra, que les garantiza el acceso a la Cruz Roja y una defensa legal. (Télam)


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