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domingo,
23 de
julio de
2006 |
Evo Morales celebró sus
seis meses de gobierno con
los campesinos bolivianos
La Paz. - Con una fiesta autóctona y el sacrificio de dos llamas y dos ovejas en honor de la Pachamama, diosa de sus ancestros, el presidente Evo Morales celebró ayer seis meses de gobierno en su pueblo de Orinoca, un caserío pobre en el páramo del occidente de Bolivia.
El mandatario llegó flanqueado por los embajadores de Cuba y Venezuela, únicos oradores extranjeros en la ceremonia, en un helicóptero prestado por su amigo y socio político el presidente venezolano, Hugo Chávez.
En Orinoca, a 350 kilómetros al suroeste de La Paz, inauguró la primera radio comunitaria de una veintena que tiene proyectado con aporte venezolano.
Música y fútbol
Cerró la celebración con un partido de fútbol como suele hacerlo cada vez que va de visita. Allí anunció que el 6 de agosto, después de inaugurar la Asamblea Constituyente en Sucre, capital histórica de Bolivia, jugará un encuentro en el que tendrá como compañeros de equipo a los presidentes de Brasil y Venezuela.
"Me han confirmado que el presidente Lula jugará en mi equipo y el presidente Chávez también jugará para nosotros", dijo. A la apertura de deliberaciones de los asambleístas también han confirmado su presencia los presidentes de Argentina, Néstor Kirchner y de Paraguay, Nicanor Duarte.
Morales se propone "refundar Bolivia" en la Asamblea Constituyente que con una presencia mayoritaria de indígenas, redactará una nueva carta constitucional.
En su pueblo natal, de casas de adobe y calles de tierra a 4.000 metros de altitud, se reencontró con familiares y maestros. Abrazó a sus paisanos que le regaron de mixtura (papel picado de colores) y le arroparon con un poncho verde, color de la esperanza. Recordó que en su niñez comía maíz en la mañana, al medio día y en la noche con carne seca de llama.
Un momento especial de la ceremonia fue la "wilancha", rito andino que consiste en degollar ovejas y llamas y regar con la sangre la tierra en honor de la naturaleza y los dioses "achachilas" a los que pidió buenos augurios.
En seis meses de gestión, Morales nacionalizó los hidrocarburos, inició una reforma agraria con la entrega de 2,2 millones de hectáreas de tierra a campesinos pobres e ahora impulsa la Asamblea Constituyente. Conserva un alto nivel de popularidad.
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