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Primal Scream: "Esta vez agarramos de nuevo las guitarras y apagamos el ordenador"

Según el bajista del grupo con "Riot City Blues", el grupo escocés regresó a las raíces del rock

"Esta vez agarramos de nuevo las guitarras y apagamos el ordenador", dice Gary "Mani" Mounfield, bajista de Primal Scream sobre "Riot City Blues", el nuevo y recién editado álbum de rock de los escoceses.

Después de "Evil Heat" (2002) y el disco en vivo "Live in Japan" (2004), Primal Scream reapareció con un trabajo despojado de sus toques electrónicos y totalmente consustanciado con las raíces más rockeras y las influencias de los Rolling Stones y los New York Dolls.

Esta es una producción que contó con grandes estrellas de la música, como por ejemplo Hill Sergeant, guitarrista de Echo & The Bunnymen, en la canción "When The Bomb Drops", la colaboración de Alison Mosshart de la banda The Kills, en "Dolls (Come On Baby, Let's Have A Good Time)" y Warren Ellis, de The Bad Seeds, que hace sonar su violín en "Hell?s Comin? Down".

"Somos una banda de shows en vivo y hemos querido capturar esta fuerza en «Riot City Blues», afirma el cantante de la banda, Bobby Gillespie. "En los dos últimos discos hemos trabajado con loops y programaciones, pero en éste hemos escrito canciones de rock and roll para conseguir su fuerza y su euforia", añade en una entrevista reciente. A su vez, afirma Mounfield: "Grabamos muy rápido esta vez. Claro que estuvimos cambiando cosas hasta el último minuto en el estudio, pero habíamos ensayado durante meses para hacer que las canciones funcionaran, que fueran sólidas".

"Riot City Blues" es el octavo álbum de estudio de Primal Scream, una de las bandas más influyentes de la escena del rock internacional desde la publicación de su primer álbum en 1987, y sus integrantes están felices con el CD, un trabajo más sencillo, alegre y divertido, al otro extremo del tenso y oscuro "Evil Heat". "Lo que queríamos era volver a nuestras raíces. A pesar de todo el rollo experimental, Primal Scream en el fondo siempre fue una banda de rock and roll". asegura Mounfield. "Nos gusta cambiar las cosas de un disco a otro, no sonar siempre igual. A veces nos preguntamos qué esperan los fans del próximo disco o cómo creen que sonará y vamos en la dirección contraria", agrega.

En esencia, parte de los temas nuevos parecen calcados de "Give Out, But Don?t Give Up", el disco de 1994 en el que Bobby Gillespie y los suyos exploraron las raíces sureñas del rock & roll norteamericano, como se ve en el primer corte del CD, "Country Girl", y sus guiños a los yeites más típicamente estadounidenses. Pero, a pesar de tener solo diez temas, el disco no se estanca en un solo estilo, y se anima a explorar ciertas vetas del punk ("Suicide Rally & Johnny Guitar"), el blues ("Boogie Desease") y oscuros ambientes, como en "When the Bombs Drop".

"Está claro que mantener el nivel es difícil. Creo que la gente, cuando escuche el disco, se dará cuenta de que detrás hay una banda que se lo pasa muy bien tocando juntos, realmente nos encanta hacer música. Sólo pretendíamos hacer un gran disco de rock"n"roll", dice además el bajista.

La banda asegura que quiso capturar para este CD la fuerza del show en vivo.