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domingo,
23 de
julio de
2006 |
Los operadores de la TV por cable pidieron reglas claras al Estado
La batalla de las telecomunicaciones
La convergencia tecnológica está en el centro de una pelea entre los radiodifusores y las telefónicas
Claudio Berón / La Capital
Las fichas virtuales del juego entre tecnología y entretenimiento se mueven a la velocidad de la luz. Los jugadores: prestadores de servicios de cable y radiodifusión, de internet y las telefónicas. En medio de la batalla está el Estado, con su arsenal de regulaciones, lobby y burocracia.
La transmisión por medio de banda ancha implica el envío simultáneo de varias piezas de información, con el objeto de incrementar la velocidad de transmisión efectiva. Todos los datos por una misma señal: voz, imagen, datos varios, sobre una misma infraestructura de televisión por cable.
Allí está el negocio: televisión digital, Internet y telefonía por una única vía, el ancho de la banda que transmite. En el encuentro sobre banda ancha y cablemódem que se desarrolló durante la semana pasada en la Bolsa de Comercio, los guerreros expusieron sus armas, en ausencia de uno de los contrincantes: las telefónicas.
Una diferencia sustancial en los sectores es que las telefónicas tuvieron 11 años de explotación con exclusividad del servicio, antes de empezar a tener competencia. En cambio, los cables, que operan cerca de tiene 700 operadores, nacieron y se desarrollaron en competencia. La posibilidad de que se modifiquen las normas vigentes y que las telefónicas estén autorizadas a dar servicios de radiodifusión llevó a las operadoras a romper lanzas.
Se discutieron cuestiones básicas: regulación, monopolio, expansión y costos del negocio. Los costos bajan exponencialmente y año a año disminuyen por lo menos cinco veces. Como ejemplo, en 1997 el costo de un enlace era de 50 mil dólares y hoy es de 300 dólares. Lo único que mantuvo sus altos costos es la trama 0610, un enlace manejado por el monopolio de las telefónicas.
El experto Henoch Aguiar, quien fue secretario de Comunicaciones de la Nación y actualmente se dedica al mismo tema desde una consultora, explicó que "el crecimiento de esta banda ancha depende de tecnología y regulación, dos motores que si no se complementan no existen por sí mismos". Y puso como ejemplo Francia, donde "la explosión de las telecomunicaciones fue espléndida; en el 2002 había unos 400 mil usuarios de banda ancha y hoy existen 11 millones".
El asunto es que cuando se privatizó la telefonía, tanto Telefónica como Telecom quedaron como dueños únicos de esta "autopista de información".
En la autopista de la banda ancha y la fibra óptica la pelea es variopinta. "Debe permitirse la competencia, que cualquier prestador pueda entrar y mejorar su tecnología", dijo Aguiar y aprovechó para comentar que en EEUU la Justicia revocó el monopolio de ITT a partir de 1987. "A partir de allí el crecimiento fue altísimo y bajaron los costos de igual forma", destacó.
Esto forzó a las empresas europeas a cambiar su legislación, regular y hacer lo mismo que los EEUU. "En Francia por 30 euros se consiguen 30 canales de teve, telefonía plana y, según los prestadores, unos diez mega a la PC hogareña; un tercio de la población francesa tiene cuentas en banda ancha", dijo.
Por el lado de los radiodifusores, Walter Burzaco, de la Asociación Argentina de Televisión por Cable (ATVC) sostuvo que "la industria de la televisión por cable invirtió y el cable puede ser un factor de desarrollo para la sociedad del conocimiento, estamos en todo el país y esto nos da la lleve para terminar como la brecha digital".
No se mostró para nada conforme con la posibilidad de que las telefónicas se metan en el negocio. "Plantean generar integración de servicios pero lo que buscan en verdad es acaparar el mercado, sin generar inversión y buscando aumentar su rentabilidad sin aporte social, la tecnología no puede dictar las políticas de un Estado".
Por su parte, Julio Bárbaro, titular del Comité Federal de Radiodifusión, dijo en las jornadas lo que los organizadores esperaban: que el Estado dictaría normas para proteger a la industria del cable en la competencia que enfrentan con las telefónicas de cara a la convergencia tecnológica y afirmó que el Estado busca "armonizar" la situación con una ley que respete la "identidad" de ambos sectores.
"El cable no es un lugar donde puedan venir los teléfonos, el cable es parte del periodismo, de la información, de una estructura que está unida a otro espacio creativo que no es un servicio público como la luz, el gas o el teléfono", enfatizó.
Sobre la falta de regulación, Bárbaro sostuvo que "la ley de telecomunicaciones actual es anterior al cable y siempre decimos que la tecnología va más rápido que las leyes, eso es lógico, el cable tiene que tener normas que lo protejan". No desestimó una asociación como unión transitoria entre los cables y otros prestadores. "Hay que realizar una ley que fije la identidad concreta de cada servicio y luego sus espacios marginales, pero la identidad real del cable son las señales, aunque estemos tendiendo ano tener más de una pantalla con el triple play, pero las industrias siguen siendo distintas", concluyó.
Lo cierto es que, regulaciones y protestas mediante, la guerra se desarrolla en el mundo virtual y, de aquí a dos años, los teleadictos verán en sus pantallas no sólo los antiguos formatos.
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Los empresarios plantearonn avanzar para que se habilite el triple play.
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