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domingo,
16 de
julio de
2006 |
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La torre vale
menos que el rey
La reunión cumbre fue en Timbúes. Allí se juntaron, preocupados por las señales políticas que emite su jefe, un grupo de referentes del reutemismo en la provincia. Roxana y Pedro fueron los anfitriones. Los supuestos invitados, varios intendentes con peso específico propio. Pero parece que la convocatoria distó de ser un éxito. Es que recientes manifestaciones del senador nacional en relación con la dama no ayudaron precisamente a fortalecer su imagen delante de la tropa. Y los signos de rebelión empezaron a percibirse en la atmósfera bajo la forma de perceptibles ausencias. Qué se le va a hacer. Los ajedrecistas conocen el poder de la torre, pero también saben que no puede hacer la diagonal. Sobre todo, cuando el rey se lo impide.
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La militancia socialista,
ausente sin aviso
Entre colaboradores del intendente Miguel Lifschitz, curiosos varios y un artista callejero calzado con largos zancos no había más de una treintena de personas. "Poco, muy poco", murmuró un legislador justicialista que se hizo presente ayer a las cinco en punto de la tarde para participar, aunque no había sido invitado, del corte de cintas de la obra de pavimentación de cuadras que llevó adelante la Municipalidad con créditos en los que la provincia oficia como garante. "Creo que el intendente no va a hablar", sostuvo uno de los hombres del Palacio de los Leones cuando, ya pasadas las cinco y media, el lord mayor de la ciudad aún no había llegado a Santiago al 4700, el sitio elegido para cortar las tradicionales fajas celestes y blancas. Por las dudas, el legislador peronista y sus compañeros se retiraron. No fuera a ser que sin quererlo engrosaran la magra concurrencia ni que los confundieran con militantes del partido de la rosa, que por esta vez se quedaron con las espinas.
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La cultura
no se afeita
La renovada Casa de la Cultura Arijón largó con todo su programación de vacaciones de invierno y el barrio respondió de manera masiva a la propuesta inaugural, el espectáculo narrativo-musical "El país que cantábamos", con Raúl "Bigote" Acosta, acompañado por los músicos Mito Sparn, Carlos Vásquez y la actuación especial de Leo Moyano. La crónica cantada recorrió varias décadas, desde los años setenta hasta la actualidad, con humor, ironía y nostalgia. Y el hombre de la pilosidad labial demostró que ha hecho realidad el lema "retroceder nunca, rendirse jamás". ¿Para cuándo la prestobarba? |
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"El gobierno quiere subirnos a un ring, pero no le daremos el gusto"
Rubén Giustiniani
Senador PS
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Gritos argentinos en el Mundial
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