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miércoles,
05 de
julio de
2006 |
Alivio. Después de dos intentos fallidos por el mal clima y algunos desperfectos, el transbordador fue puesto en órbita
La Nasa pudo lanzar el Discovery
Varios trozos del recubrimiento término de los tanques exteriores se desprendieron durante el despegue
El transbordador espacial estadounidense Discovery despegó ayer desde la base de Cabo Cañaveral, en el estado norteamericano de Florida, con rumbo a la Estación Espacial Internacional (ISS), después de dos intentos fallidos previos a causa del mal tiempo.
En medio de grandes medidas de seguridad, el Discovery fue lanzado a las 14.38 (hora de la Argentina) tras una pausa obligada de casi un año.
La nave partió con muy buenas condiciones meteorológicas. El director de la Agencia Espacial Estadounidense (Nasa), Michael Griffin, se mostró entusiasmado: "No hay mejor día que hoy".
"El Discovery está a punto, el tiempo es bello, Estados Unidos está preparado para que vuele el transbordador espacial. Por lo tanto, buena suerte y que Dios los acompañe", dijo Mike Leinbach, el jefe de la misión, a los astronautas poco antes del despegue.
"No puedo imaginar un mejor lugar para estar un 4 de Julio", dijo el comandante de la misión, Steven Lindsey, desde su cabina.
El vuelo transcurre sin problemas y el Discovery se encuentra en muy buen estado, según informó el centro de control de vuelo en Houston. El director del programa de transbordadores, Wayne Hale, reconoció que unos cuatro trozos de espuma aislante se desprendieron del tanque exterior durante el despegue. Sin embargo, señaló que actualmente no hay motivos para la intranquilidad o el pánico.
Hale señaló que unos dos minutos y 40 segundos después de iniciado el vuelo, tres o cuatro fragmentos del aislante del tanque de combustible se desprendieron y cayeron, una situación que se volvió a repetir con otros dos fragmentos a los 4 minutos y 50 segundos de vuelo. "Los dos sucesos son interesantes pero no críticos en principio, porque han sucedido después del tiempo que consideramos peligroso un desprendimiento para las capacidades aerodinámicas de la nave, o que podrían causar daños a las losetas aislantes del transbordador", señaló.
Los números dicen que los astronautas de un transbordador espacial tienen una probabilidad entre cien de morir en su viaje al espacio, algo que los propios miembros de esta misión, la STS-121, asumen con naturalidad y hasta sentido del humor.
Ocho minutos y medio después del despegue, la nave oscilaba en una órbita alrededor de la Tierra. El transbordador se acoplará a la ISS a las 10.52 (hora argentina) de mañana. El regreso de los seis astronautas norteamericanos -Lindsey, el piloto Mark Kelly y los especialistas de misión Michael Fossum, Lisa Nowak, Stephanie Wilson y Piers Sellers- está previsto para el 17 de julio.
En la nave viaja también el astronauta alemán Thomas Reiter, de 48 años, quien permanecerá entre seis y siete meses como ingeniero de a bordo en la estación y supervisará 25 experimentos. También hará una salida al espacio.
Reiter será el primer alemán en la estación y el primer astronauta de la Agencia Espacial Europea (ESA) que formará parte de la tripulación permanente. Con él, serán nuevamente tres los integrantes de la tripulación permanente en la ISS después de unos tres años.
Más de 100 cámaras así como tres sistemas de radar siguieron el lanzamiento desde tierra y desde el aire. La Nasa quiere evitar con ello que se registre nuevamente un accidente mortal como el del transbordador Columbia, que se desintegró al reingresar en la atmósfera en febrero de 2003. En ese entonces, un trozo de espuma aislante de 700 gramos que se desprendió causó un agujero en el escudo térmico del ala izquierda.
El lanzamiento de ayer había sido puesto en duda a causa de una grieta de 12 centímetros de largo en la espuma aislante. Después de varias pruebas, los gerentes de la Nasa dieron luz verde al lanzamiento.
Los trozos de espuma aislante que se desprenden durante el lanzamiento siguen siendo un riesgo a pesar de todas las modificaciones realizadas al tanque exterior de 47 metros de alto, ya que pueden convertirse en proyectiles capaces de dañar las losetas térmicas del transbordador.
El Discovery lleva más de 12 toneladas de vituallas, agua, alimentos y vestimenta a la ISS. Durante la estadía de 12 días de la tripulación, se harán dos salidas al exterior de seis horas y media de duración para tareas de reparación y mantenimiento.
Este es el vuelo número 18 de un transbordador espacial de la Nasa a la ISS y el vuelo número 32 para el Discovery, que comenzó a viajar en 1984.
Fue la primera vez que un transbordador despega en un Día de la Independencia de Estados Unidos, y es apenas el segundo vuelo desde la tragedia del Columbia hace tres años y medio. (DPA y AP)
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Fotos
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La nave despega de la base de Cabo Cañaveral con muy buenas condiciones climáticas.
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