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miércoles,
05 de
julio de
2006 |
Planeta
fútbol
En ocasiones especiales me vienen a la mente frases que alguna vez leí o escuché. Este fenómeno me sirve para describir ciertas situaciones, y entonces me identifico con aquellas palabras que en otro contexto, en otro escenario, carecerían de significados. Argentina y Alemania están por comenzar la definición por penales y recuerdo el pasaje de un tema de Joan Manuel Serrat: "Sería fantástico que ganara el mejor". Pensé que sí. En ese momento nada podía ser más cierto. Argentina acaba de quedar eliminada y las palabras no tienen espacio en mí. Sólo las sensaciones han encontrado un lugar común; ellas se interrelacionan, coexisten: injusticia, tristeza, impotencia, desilusión, dignidad, admiración, orgullo, reconocimiento. Todas ellas se hicieron presentes en un mismo lugar y en un mismo momento. Sigo trabajando. "El tiempo no para", pienso. Enseguida evoco otra canción del Nano y recito: "Se acabó, el sol nos dice que llegó el final, por una noche se olvidó que cada uno es cada cual. Vamos bajando la cuesta que arriba en mi calle se acabó la fiesta". En ese momento nada podía ser más cierto.
Diego González Fernández
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