Los estrenos bajo la lupa de Escenario

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"Cars"
Calificación: 4 estrellas. Intérpretes: Nicolás Vázquez, Daddy Brieva y Verónica Lozano. Dirección: John Lasseter. Género: animación. Salas: Del Siglo, Monumental, Showcase y Village.

John Lasseter es el alma mater de Pixar, la factoría de dibujos animados que revolucionó al mundo de las películas para niños con "Toy Story". También, después de vender la compañía a Disney, es el director de "Cars". Toda una garantía. De calidad técnica y lo que es más importante de sensibilidad. Porque si hay algo que le gusta y sabe hacer mejor que nadie es darle vida a objetos que uno ni siquiera hubiera imaginado que podrían tenerla. Lo hizo con juguetes en el primer largometraje, uno de los éxitos artísticos y de taquilla más importantes que dio Hollywood en los últimos tiempos, y ahora redobla la apuesta con un heterogéneo lote de autos que incluye desde un lujoso coche de carrera hasta un Fitito. Un hallazgo. Por el trazo firme con el que el diseño de los personajes refleja su carácter y también por el mensaje que, a años luz del exitismo idiota que promueve la sociedad de consumo, deja en claro que triunfar no es lo más importante. Que lo que valen son los afectos. Un acierto. Uno más.

R.L.
"Patoruzito 2"
Calificación: 3 estrellas. Intérpretes: voces de Norma Aleandro y Julián Weich. Dirección: José Luis Massa. Género: animación. Salas: Del Siglo, Monumental, Showcase y Village.

"Patoruzito 2" supera ampliamente, en lo técnico, a su predecesora. Buena música y sonido y con el paso del dibujo plano a la animación en 3D muy cuidado, ofrece, en general, el ritmo narrativo y el entretenimiento que, se presume, espera un pibe de hasta 10 u 11 años. Pero el problema con "Patoruzito 2", como lo fue con otro recordado trabajo de animación nacional, "Manuelita", es otro. Una cierta subestimación parece imperar a la hora de lanzar algunos productos, descuidados en la coherencia interna del relato, con secuencias que atentan contra la narración, aun en medio de ese "todo vale" que constituye el mayor encanto de un dibujo animado. Un desfile "militar cívico" frente al Congreso lleva al caciquito tehuelche y estanciero y a sus amigos -Chacha, Ñancul y Upita- a Buenos Aires alejándolo de su "amigovia" y de sus tierras y al encuentro de Isidorito y el coronel Cañones, pero el héroe deberá primero enfrentar a una bruja que hizo prisionera al hada Limay y que el cacique liberará. Mucho chivo comercial y algunas ideas que remiten a la saga "El señor de los anillos".

UGM
"En busca de un sueño"
Calificación: 3 estrellas. Intérpretes: Kurt Russell, Dakota Fanning y Kris Kristofferson. Dirección: John Gattins. Género: drama. Salas: Del Siglo, El Cairo, Showcase y Village.

"En busca de un sueño" es un filme sobre la traición y la redención. La trama central tiene como protagonistas a un padre y una hija, y la secundaria, pero no menos importante al efecto dramático, a la madre y al abuelo de la criatura. Pero el conflicto central es la decisión, contraria a su voluntad, que toma el padre de sacrificar a un caballo después de un accidente que lo deja fuera de carrera y con el cual la niña está encariñada.

El filme responde a todos los estereotipos del drama familiar: el hijo que se pone contra su padre, una nena herida en el candoroso cariño que siente por su familia, un hombre que debe luchar entre su dignidad y sus deudas, y una mujer que intenta actuar como mediadora en el desarrollo del conflicto. El elemento menos interesante de la película es la obviedad de la trama, que no arriesga a saltar ninguna de las convenciones. Sin embargo la correcta puesta en escena y el buen trabajo de los actores justifican contar una vez más una historia sobre el doloroso proceso de crecer.

R.B.
"Noche diabólica"
Calificación: 2 estrellas. Intérpretes: Devon Gummersall, Tina Illman y Scott Whyte. Dirección: Dave Payne. Género: terror. Salas: Del Siglo, Monumental y Showcase.

En la primera escena de "Noche diabólica" aparece un perro sin sus patas traseras y un tipo sin la mitad de su cara. Pero el comienzo real comienza a continuación, con sus quince minutos minimalistas, con dos chicos drogones que sólo buscan diversión, una adolescente precavida, otra chica un poco más tonta y un ciego. Todos en un mismo motel-estación de servicio de una ruta en el desierto norteamericano. Hasta ahí, pocos elementos en juego y un desarrollo prometedor. Pero el celuloide avanza y lo barroco también. Se agregan demasiadas imágenes negras: inscripciones insondables, una Biblia manchada de sangre, frascos con cosas extrañas, mutilados que desaparecen, olores que amenazan, chicas que toman éxtasis, un dealer enojado y un camionero desesperado. En síntesis: la presencia del Mal, en sus más variadas formas, empieza a hacer de la suya en el motel de la América profunda. Empiezan a pasar algunas cosas pero el misterio nunca crece, ni siquiera al final.

J.C.