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 sábado, 01 de julio de 2006  
Un final con incidentes
Cufré no soportó una cargada de Mertesacker, le dio una patada y hubo empujones y manotazos

La Fifa investigara los incidentes ocurridos en la cancha apenas concluyó el partido entre Argentina y Alemania, comentó anoche Andreas Herren, portavoz del organismo mundial.

  “Obtendremos todo el material relevante, tanto de televisión como fotografías de testigos, para saber quién ha hecho qué y en qué momento”, añadió.

  La trifulca comenzó cuando el festejo alemán se confundía con las lágrimas argentinas. Herido por la eliminación, Leandro Cufré no toleró una supuesta burla del defensor Per Mertesacker y le pegó una patada que le provocó una “herida sangrante”, explicó el manager germano Oliver Bierhoff. Cufré recibió inmediatamente la tarjeta roja del árbitro Lubos Michel. “Es poco deportivo lo que hizo, pero fue sancionado y el asunto está terminado”, consideró Mertesacker.

  El incidente desencadenó un tumulto, con empujones y manotazos, que pudo transformarse en escándalo mayúsculo. Gabriel Heinze fue uno de los jugadores más desencajados. Incluso al siempre calmo Maxi Rodríguez se lo vio desencajado.

  Durante más de un minuto hubo empujones y golpes por ambos bandos ante las miradas incrédulas del árbitro y oficiales de la Fifa. La intervención del cuerpo técnico argentino puso fin al revuelo. Luego Pekerman consoló a sus jugadores y les pidió que fueran a saludar a los cinco mil hinchas argentinos presentes. Los futbolistas apenas si consiguieron levantar sus manos para agradecer el apoyo del público, que los despidió con aplausos.

  El entrenador alemán Juergen Klinsmann buscó quitarle trascendencia a lo sucedido. “Si llegás a los penales, obviamente podés perder el control por un segundo. Todo sucede en medio de una enorme tensión. Realmente no sabemos qué pasó”, dijo.

  El capitán Michael Ballack fue más específico. “La primera provocación vino del lado de los argentinos, fue verbal. Me acuerdo muy bien porque fue en español. No entendimos, pero era para provocar”. Pekerman prefirió no hablar del asunto: “Son situaciones espontáneas que se dan cuando hay mucha tensión. No fue más que eso”.


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