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sábado,
01 de
julio de
2006 |
Doce pasos de salida
Alemania encontró la clasificación a las semifinales del Mundial en el dramatismo de los penales. Estuvo implacable a la hora de los remates desde los doce pasos y venció a Argentina por 4 a 2. El héroe de la noche fue el arquero Jens Lehmann, quien atajó los disparos de Ayala y Cambiasso. El partido finalizó empatado 1 a 1, resultado que también se mantuvo en los 30 minutos de alargue.
Argentina siempre impresionó mejor. Sobre todo luego del formidable cabezazo de Ayala a los 49 minutos. Pero de a poco fue cediendo terreno y Alemania recobró la ilusión tras un testazo de Miroslav Klose, a los 80’.
Durante el primer tiempo Argentina se adueñó de la pelota y no dejó que Alemania reaccionara. Fue el momento en que Riquelme ganó las espaldas de Frings, aunque la intención de Román duró muy poco. Bastó que el volante alemán ajustara las marcas y Riquelme quedara reducido a la mínima expresión de su juego.
Los dos equipos prometían ritmo vertiginoso, pero lo que ofrecieron fue un tremendo respeto mutuo. El único que intentó romper el molde fue Tevez, sobre todo en el mano a mano con Friedrich.
Hasta que llegó el sacudón que cambió el partido. Sucedió a los 4 minutos del complemento. Córner de Riquelme, centro y cabezazo de Ayala ganándole el duelo a Klose.
Alemania acusó el golpe y no reaccionaba. Por eso Klinsmann buscó cambiar la historia con los ingresos Odonkor, Borowski y Neuville. Justo en ese momento también se sucedieron un par de hechos que perjudicaron a Argentina. Abbondanzieri salió lesionado tras un choque con Klose e ingresó Leo Franco. Las modificaciones de Pekerman, en cierto modo, llamaron a replegar fuerzas. Es que los ingresos de Cambiasso por Riquelme y de Cruz por Crespo le quitaron algo de creatividad al equipo, más allá de que Lucho González se ubicó de enganche. Igualmente tuvo el segundo tras un remate de Maxi Rodríguez.
Luego de buscar, aunque sea a los ponchazos, Alemania encontró su premio a los 80’. Klose perdió la marca de Ayala, se anticipó a Sorín y facturó con un cabezazo contra el palo derecho de Franco. Alemania volvió a respirar. Llegó el alargue y la única jugada que pudo cambiar el destino del partido fue un remate de Coloccini. Pero todo se definió en la ruleta de los penales, una instancia en la que Lehmann se vistió de héroe.
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