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sábado,
01 de
julio de
2006 |
Una batalla de toda la vida
Gloria Carrá dijo que admira el valor de Frida Kahlo
Interpretar a Frida Kahlo, según contó Gloria Carrá, fue un desafío, teniendo en cuenta la proyección que tuvo la pintora mexicana: "Creo que siempre es un riesgo interpretar un personaje así, sólo que yo no quise copiar a nadie. De hecho la película con Salma Hayek la vi hace dos años y volví a verla sólo una vez cuando me llamaron para este trabajo. Leí el libro que me mandó Emilia (Mazer), leí biografías y otras cosas, pero no mucho más mientras hacía el proceso del ensayo. Lo que hice fue tratar de pasarla por el cuerpo y que los textos surgiera de ahí, desde mis entrañas. No pensar cómo caminaría, como se movería. Después una le va sumando esas cosas". El primer paso fue encontrarse con el personaje intentando evitar los arquetipos: "Busqué ver qué me pasaba a mí como mujer, con su sabores, su cuerpo roto, y desde ahí la cuento y le doy y vida. Creo que lo que quería mostrar es el alma de la mujer. No deseaba que fuese una muñequita, sino hacerla vivir y lo hice a través mío, así es que es mitad Gloria y mitad Frida", bromeó la actriz. La lucha y la perseverancia fueron centrales a la hora de entender el personaje: "La imagen que queda es la de una mujer que lucha, con mucha perseverancia, con un mensaje de vida a pesar de todo, con un mensaje esperanzador. La obra tiene una canción al final que se llama «La vida no decepciona» y todo el tiempo habla de la alegría que le daba vivir y del amor que sentía por Diego. Eso me parece que es el color que tiene la obra, que a pesar de ser una mujer lesionada, partida, ella tiene ganas de seguir adelante", aseguró.
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