La actriz Gloria Carrá habló de su trabajo en la obra teatral "Frida y yo"

"La televisión hoy exige una exposición que no me va"

La intérprete, que también encarna a Betiana en la tira "Chiquititas", dijo que la pieza subraya la fortaleza femenina

Rodolfo Bella / Escenario

La actriz Gloria Carrá interpreta cada fin de semana "Frida y yo", la obra escrita y dirigida por Emilia Mazer en la que encarna a la artista plástica mejicana Frida Kahlo, mientras continúa con su trabajo en televisión en la tira "Chiquititas". Después de la alta exposición mediática que tuvo con trabajos en propuestas populares, aseguró que hoy disfruta del reposo que significa grabar sin apuro para la tira adolescente y dedicarle los fines de semana a un personaje que trascendió todas las fronteras a pesar de que tenía todo en contra para que eso sucediera. Ese rasgo de fortaleza, según confesó Carrá a Escenario la decidió a entender a Kahlo como un símbolo de la resistencia femenina.

-¿Qué te interesó puntualmente de la vida de Frida Kahlo?

-Todo, porque fue un calvario. Realmente la admiro porque a pesar de eso, ella siempre le puso garra y fuerza para ir hacia adelante. Fue una mujer a la que le pasó de todo prácticamente: tuvo polio a los seis años, después el accidente que de alguna manera la traspasó. A pesar de todo siempre tuvo voluntad y, postrada en un cama, empezó a pintar. Además están su amor por Diego (Rivera) y por la vida, que eran algo casi sobrenatural. También es una gran pintora y me gusta mucho lo que hizo, sobre todo porque se atrevió a pintar su dolor, a pintarse ella misma y transmitir su dolor en la pintura. Y fue así, sobre todo, siendo mujer. Se ve que tenía un carácter impresionante, una forma de ser y actuar que hizo que se diferenciara. Las mujeres no se comportaban así en esa época.

-¿También se refleja el perfil político?

-Está tocado, y para mi gusto, con muy buen criterio. Están todas sus pasiones: por la pintura, por Diego y la pasión por el comunismo, y no desde un lugar en donde puede molestar, sino desde ella, sin imponer nada, contando lo que le pasaba a ella con estas cuestiones. Es una puesta muy sencilla que se concentra en un período concreto pero en realidad cuenta toda su vida, desde los seis años hasta su muerte.

-¿Cómo conjugás la televisión con el teatro?

-La obra es los sábados y domingos y mi personaje en "Chiquititas" no está mucho, así que puedo hacer las dos cosas perfectamente. Hacer televisión me gusta y adema? de eso vivo, y el teatro me encanta. Así que tengo una suerte bárbara.

-¿Te pesa estar en un momento de menor exposición mediática?

-No es lo de "La banda del Golden Rocket", pero todo depende de uno. A mí por momentos también me gustaría hacer un buen trabajo en televisión, protagonizar algo que me guste, y creo que me bancaría perfectamente lo que pasa con el afuera, pero también tiene que ver con uno, con la postura que tome hacia eso. Yo estoy muy tranquila, relajada, y ya no me pasa lo que me ocurría antes. La gente se acerca a mí de otra manera. Si se me rompe el auto, viajo en tren y viajo perfectamente; puedo ir al teatro en tren y en subte, pero siendo que hay personajes que no podrían hacer eso.

-¿Esa etapa que mencionás era muy diferente de lo que pasa hoy con la televisión que marcha al ritmo del rating?

-Yo en ese momento no entendía nada. Tenía 19 años y además no había tanta competencia como ahora, en donde todo el mundo está pendiente de la estética. Recién ahí empezaba a esbozarse eso. A lo mejor pasaba y yo era inocente... Ahora como que se traman cosas para el rating, los protagonistas hacen como que tienen una relación porque sirve para levantar las mediciones. Hoy hay que estar permanentemente preocupado por la figura porque tenés que estar espléndido y antes me parece que no era tan así. Si bien uno tenía que estar bien, tampoco era que tenía que estar perfecta las 24 horas para salir en la tapa de una revista. Ahora es como una exposición que a mi no me gusta, no me va y no estoy de acuerdo tampoco.

-Sin embargo las mediciones determinan las reglas del juego y si no mide lo que se espera, se descarta el producto...

-Sí, es muy feo, pero lamentablemente estamos viviendo en esta época en donde todo es medición, rating, quién hace más puntos y es una lucha permanente. Está todo enfocado hacia ahí. Si vos presentás un proyecto que no lo es o que no toca las teclas que se cree que funcionarían, no se acepta. Eso me da pena, porque a veces me gustaría contar una historia desde otro lugar para que todo no sea igual, con amor, y poniéndole cosas que por ahí no te suman rating pero es la calidad del producto lo que importa, y sin embargo no se puede.

-Recién hablabas de la inocencia, ¿qué pensás de que hoy aparezcan temas que antes hubieran sido inaceptables como la sexualidad, las adicciones?

-Me parece que estamos en otro momento también y que tenemos que estar acorde con lo que está sucediendo y de hecho los chicos también piden más información y vienen más informados. Está en cada uno ver cómo educa su hijo, hasta dónde querés que se entere y hacer lo posible por enterarte de qué cosas hace porque también hay una cosa de invasión. De hecho vos vas por la ruta con el auto y todos son culos y tetas en carteles gigantes, así que también hay algo que no podés controlar. Pero bueno, me parece que es el momento que estamos viviendo y si le querés dar la espalda te tenés que ir a vivir a otro lugar más tranquilo donde puedas vivir de otra manera.

Carrá quiere contar una historia centrada en la calidad.