Se va la segunda. "Patoruzito 2. La gran aventura" se entrena el jueves en los cines rosarinos.

"Lo bueno en los dibujos es que el imaginario no tiene límites"

José Luis Massa, director de la película, destacó el crecimiento que tuvo la animación en el cine argentino

Cuesta creer que las películas de dibujos animados todavía se hagan con trazos a mano, cuadro por cuadro. Pero, cuando uno se entera que incluso en Disney las computadoras no han podido desplazar del todo al talento humano, cuesta más no sentir cierta emoción. Un ejemplo de esta labor artesanal es "Patoruzito 2. La Gran Aventura", la continuación de la que ha sido la película argentina más vista de la historia, que se estrenará en los cines rosarinos el próximo jueves, como adelanto de la temporada de vacaciones de invierno.

El impacto es fuerte al ver a más de cien personas frente a sus tableros, moviendo sus lápices y corrigiendo gestos y ademanes de figuras en ese momento casi inexpresivas, pero que luego, animación mediante, cobrarán vida en la pantalla. El coordinador de esos grupos de trabajo y director del filme es José Luis Massa, quien, en ese contexto mágico que es la productora Indiecito, reveló a LaCapital las claves de la nueva aventura del famoso indiecito creado por Dante Quinterno.

-¿Cuál es la diferencia entre dirigir una película con actores y una de dibujos animados?

-Realmente, siempre contás un cuento. En este caso es mucho más largo el proceso de animación pero lo que tiene de bueno es que tenés todo en un mismo lugar y todo se crea de la nada, o sea que el imaginario es infinito. Lo no tan bueno es la falta de inmediatez, ya que cuando se filma con actores en vivo, lo ves en el acto. Los dibujos animados requieren mayor imaginación en lo previo, al momento de crear y después una vez que estás filmando es mucho más complicado volver atrás. Pero en el fondo da mayor libertad.

-¿Ese es el atractivo que, trasladado al espectador, hizo de "Patoruzito" la película argentina más vista de la historia?

-Creo que en eso hay una conjunción de cuestiones. Por un lado, Patoruzito es un personaje con muchas cualidades, que llega a distintas generaciones. La estructura del cuento en la primera película es inteligente, original, y en esta hay muchos más personajes, con lo cual es mucho más rica e interesante.

-¿Que la historia se desarrolle en la ciudad amplia sus posibilidades?

-Pasar de los campos patagónicos a la gran ciudad tiene que ver con que en las historietas de Dante Quinterno (creador de Patoruzito en 1928, fallecido tres años atrás), en las que muchas veces Patoruzito viajaba. Y además queríamos que tuviera mayor participación Isidorito, un personaje muy divertido, al que no le importa nada, es más travieso y eso a los chicos les encanta. También teníamos ganas de hacer algo con el fantasma Benito, un personaje que es mucho más fácil enmarcarlo en Buenos Aires que en la Patagonia.

-También aparecen celulares y otros elementos modernos.

-Sí, la verdad, tratamos de no movernos tanto de la época en la que la hizo Quinterno. Son meros guiños para sentir la familiaridad del hoy pero enmarcado en la esencia del cuento, entonces no molestan.

-¿Y cómo creen será recibido un personaje tan argentino en México y Brasil, mercados fundamentales para sostener la película?

-Es un personaje que maneja valores universales, que no habla sólo de su país. Warner organizó una función para todos los países de Latinoamérica, y quedaron sorprendidos por la aceptación general.

-¿Esta película representa la consolidación de la productora y sus 200 personas especializadas en dibujos animados?

-Queremos seguir creciendo. Por eso tomamos esta película como una ejercitación en 3D, permitiéndonos mucho ensayo y error. Pero para consolidarnos una cuestión muy importante es modificar la ley de Cine respecto a los subsidios para este tipo de películas, porque estos trabajos requieren de mucha más gente y tiempo, pero el subsidio es el mismo que para una película que se filma en tres o cuatro meses.

José Luis Massa, director de "Patoruzito 2".