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domingo,
09 de
octubre de
2005 |
Zapatero trajo
algo de calma
para el gobierno
El gobierno de Néstor Kirchner recibió ayer con beneplácito las expresiones del jefe de Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, quien garantizó que las empresas ibéricas "se quedarán" en la Argentina y, aunque admitió que existe un "problema" con Aguas de Barcelona, confió en que "puede haber una solución".
En el Ministerio de Planificación Federal, a cargo de Julio De Vido, consideraron "alentadoras" las declaraciones del presidente español. "Marcan un paso más en las relaciones bilaterales después de la reunión entre Kirchner y Zapatero realizada en Nueva York", confiaron desde la cartera.
También estimaron que "es el camino correcto para encontrar las soluciones a todos los temas y procesos de transformación y equilibrio social que busca el gobierno de Kirchner".
La declaración se produjo en momentos en que la Casa Rosada está enfrascada en una polémica con la empresa francesa Suez, concesionaria de Aguas Argentinas, que anunció su retiro del país en los próximos 90 días.
La discusión llegó al ámbito de la diplomacia luego de que el embajador galo en el país, Francis Lott, calificara a Kirchner de "populista" por haber criticado duramente a Suez.
Acerca de la Cumbre de las Américas, Rodríguez Zapatero aseguró: "Habrá un antes y un después de ese encuentro, en el que la región se consolidará como bloque con voz propia en el mundo".
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