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domingo,
09 de
octubre de
2005 |
Con un ardid de película apresaron a
otro de la banda de los encapuchados
Tiene 21 años y le imputan varios robos en el Gran Rosario además del crimen de un hacendado de Victoria
Tras una espectacular fuga, ayer fue detenido un muchacho de 21 años apodado Mafia, sindicado como uno de los integrantes de una banda de encapuchados que asoló durante un tiempo a casas de familias ubicadas en la zona rural del departamento Rosario. La policía lo identificó como Héctor Adrián Biagiola, quien a pesar de su corta edad posee un prontuario donde figuran graves delitos como un homicidio cuando era menor, que lo colocan en el status de "pez gordo" del hampa, según lo describió un funcionario policial que lo puso tras las rejas ayer.
Asimismo, voceros de la pesquisa creen que por sus conexiones, Mafia integraría un trío junto a Víctor Coco Oviedo y Julián José Bruno, quienes de acuerdo a un fallo del juez de Instrucción de Victoria, Jorge Brasesco, difundido ayer por La Capital, en agosto del año pasado copó una estancia en Victoria y asesinó a su dueño, el empresario Jorge Bussi.
Las fuentes consultadas aseguraron que ayer, Biagiola protagonizó una fuga digna de una película de acción cuando se enteró de que la policía estaba a punto de ingresar a su casa de Uruguay al 4200 para apresarlo. El muchacho estaba bajo la lupa judicial desde hacía casi un año como presunto integrante de la banda de encapuchados que dio varios y resonantes golpes en viviendas rurales de Funes, Roldán, Zavalla y Granadero Baigorria.
"Lo tenemos mencionados por diez hechos de robo calificado y privación de la libertad. No lo podíamos encontrar. Ya teníamos su casa chequeada y no aparecía", confió una alta fuente policial. "Además, por sus contactos con Oviedo y Bruno, no se descarta que haya sido uno de los que entró encapuchado a lo de Bussi, en Victoria. No hay que olvidarse que testigos de ese hecho ya reconocieron a Oviedo, que fue el único que no llevaba tapada la cara".
Un llamado engañoso
Los efectivos de la Inspección de Zona V, cuyo titular es el comisario inspector Rodolfo Romero, lo buscaron en White al 6400, en el barrio Santa Lucía y hasta en Cabín 9, sin resultados positivos. Pero el viernes surgió una información nueva. Mafia había regresado a su casa de Uruguay al 4200. La policía montó un "discreto" operativo de vigilancia para evitar que el sospechoso se escape, pero no pudieron ingresar al domicilio porque no habían tramitado la orden de detención correspondiente que debía firmar el juez en turno, Adolfo Prunotto Laborde.
El problema se suscitó cuando los investigadores tuvieron la sospecha de que Mafia estaría preparando una forma para evadirse. Entonces pusieron en marcha una estrategia para forzar la salida del sospechoso y detenerlo. Según reveló una fuente cercana a los detectives, una vez que se obtuvo el número de teléfono de la vivienda, una mujer policía marcó y le anunció a quien la escuchaba del otro lado de la línea: "Ojo con Mafia que la cana va para allá".
El funcionario consultado por La Capital contó que esa noticia trucha hizo que el imputado saliera de la vivienda rápidamente y subiera a su auto bordó con vidrios polarizados. "A los pocos minutos de la comunicación, se vio como un coche sospechoso salía a mil por hora. Entonces se comenzó a seguirlo. En todos los años que llevo como policía nunca participé de una persecución de ese tipo. Parecía una película yanki", sostuvo la fuente.
Mafia intentó evadir el cerco desplazándose entre las jurisdicciones de las seccionales 18 y 13, para meterse en callejuelas de villa Banana, donde uno de los policías chocó su auto particular. Allí fue apresado cuando intentaba trepar a un techo. A Mafia le achacan varios hechos graves. Desde la fuerza policial recordaban ayer que, cuando era menor, estuvo preso por matar a un comerciante durante un asalto ocurrido en Funes, en 2001.
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