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 sábado, 08 de octubre de 2005  
Un pie en Europa. La organización Médicos Sin Frontera denunció que entre los deportados hay embarazadas, niños y heridos
Acusan a Marruecos de abandonar en el desierto a 800 inmigrantes
Las autoridades de Rabat deportan al Sahara a los africanos que intentan cruzar a España por Ceuta y Melilla

Madrid. - Un día después del último asalto de inmigrantes africanos al enclave español de Melilla, en el norte de Africa, la organización humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF) denunció ayer que las autoridades de Marruecos deportaron al desierto del Sahara a unos 800 indocumentados detenidos en su territorio. Los inmigrantes, todos ellos subsaharianos, fueron abandonados a su suerte, sin agua ni alimentos, después de haber sido expulsados de las inmediaciones de las ciudades españolas de Ceuta y Melilla, y trasladados en colectivos y camiones a una zona de "desierto pedregoso y árido", cercana a la frontera con Argelia, informó MSF. Entre los deportados hay embarazadas, niños y 50 heridos, algunos de ellos graves.

"Delante de nosotros sólo hay arena, piedras, colinas y mucho sol", relató al diario El País un inmigrante congoleño llevado por las fuerzas de seguridad marroquíes a unos 500 kilómetros al sur de la localidad de Oujda, cerca de las aldeas de Bouamane y Taouz, fronterizas con Argelia. "Entre nosotros hay gente que no prueba bocado desde hace tres días, y de agua no andamos mucho mejor", añadió.

El coordinador de MSF en Marruecos, Javier Gabaldón, dijo que la situación que viven estas personas es gravísima. Hay heridos que necesitan ser evacuados con urgencia a causa de sus lesiones, todas ellas sufridas cuando intentaban saltar las vallas fronterizas de Melilla y Ceuta y que, de no ser tratadas a tiempo, pueden conducir a amputaciones.

"Marruecos está deportando a estos inmigrantes a lugares donde sus vidas corren serio peligro. Si el gobierno español va a aplicar las devoluciones de los subsaharianos debe tener en consideración que van a recibir ese trato", denunció el coordinador de inmigración de MSF, Carlos Ugarte.

Se refería así a la expulsión de un primer grupo de 73 inmigrantes oriundos de Mali, que el jueves fueron trasladados en avión desde Melilla a Málaga y posteriormente a Algeciras, desde donde fueron enviados en barco a la ciudad portuaria marroquí de Tánger. Esta devolución tuvo lugar horas después de que seis africanos perdieran la vida y más de 30 resultaran heridos en un intento de asalto a la valla de Melilla, repelido por las autoridades marroquíes.

Otro grupo de irregulares fue llevado ayer en avión desde Melilla a la España peninsular, sin que se dieran a conocer mayores detalles. Las repatriaciones se llevan a cabo en virtud de un convenio con Marruecos que data de 1992 pero que apenas se había aplicado.

El delegado en España del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), Carlos Boggio, advirtió que devolver a los inmigrantes llegados a España sin ser informados de su derecho a solicitar asilo es "una grave violación de los derechos humanos". Agregó que Acnur no se opone al control de las fronteras ni a la devolución de las personas, pero pide que se ajuste a la Convención de Ginebra y a la propia normativa.

La Ley de Asilo es "muy clara" y subraya que cualquier extranjero llegado a España debe tener la oportunidad de ser entrevistado, porque muchos de los que llegan no huyen del hambre, sino de guerras y violaciones, subrayó Boggio.

Para la organización de derechos humanos Amnistía Internacional (AI), las repatriaciones automáticas o "masivas" de inmigrantes en situación ilegal vulneran leyes internacionales y nacionales, en concreto el artículo 157 del Reglamento de Extranjería, además de normas internacionales ratificadas por España como el principio de no devolución.

"Cuando un inmigrante llega a España, al margen de la forma de acceso, debe ser conducido a una comisaría, recibir asistencia letrada, facilitarle un intérprete y su caso debe ser revisado individualmente", manifestó un portavoz de AI.

Entretanto, las autoridades españolas informaron que ayer no se detectaron nuevos intentos de asalto de la frontera. A pesar de que se produjeron "algunos movimientos" de indocumentados en territorio marroquí, finalmente no fraguaron en ningún intento de salto del perímetro fronterizo.
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Heridas y hambre en el camino a Europa.

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