Carlos Castellani: "Hay que hacer una reingeniería del Estado"

Candidato de Propuesta Republicana

1-El presupuesto para la educación debe ser como corresponde. Hay que estar en la cocina (del manejo de estos fondos) para saber qué es lo justo y qué no. Este defasaje (marcado en el presupuesto que recibe la UNR en relación con las demás universidades) se corrige teniendo una ley que permita un mayor presupuesto educativo. Apoyaría este reclamo porque la educación es un valor importante para el futuro del país, pero también intentaría llegar al fondo de la cuestión para que no haya dispersiones que después, a la larga, hagan que nuevamente aparezcan los mismos problemas.

2-La ley federal es una ley que no ha servido. En esto hay un conocido consenso de los distintos sectores, sobre todo en señalar que no ha aportado al proceso educativo. Por eso hay que buscar mejorarla. La educación es un problema de fondo y como tal es necesaria una norma que -más allá de las estrategias que usemos- esté sustentada en una Argentina que pueda cumplir con una función que es indelegable, que es del Estado. En esta reformulación que se plantea, los temas económicos no son un hecho menor y la estabilidad económica resulta básica. Basta recordar, por ejemplo, que la degradación económica que ha sufrido América Latina, tuvo su correlato en la educación. Es decir, a medida que se deterioraban las economías, lo mismo ocurría en los sistemas educativos. Por otra parte, hoy el único empleador que tiene problemas es el Estado. Y en esta realidad se ubica Santa Fe, una provincia que no puede atender los reclamos (salariales). Eso es un problema crucial. Porque está claro que el docente debe ganar más, pero para responder a este pedido, debe darse una reingeniería que evite el clientelismo político que permite situaciones donde un buen maestro, que cumple con su tarea de enseñar, no pueda recibir lo que le corresponde. Esto debe contemplarse en los cambios a la ley.

3-La idea de "docentes de calidad para una educación de calidad" se logra con un Estado confiable, ordenado, estable y con salarios que realmente premien a quien ejerce el cargo como debe ser. Es que además de la vocación, los educadores requieren de una capacitación para el trabajo, de un convencimiento y eso merece un premio. Para poder reconocer su labor, son necesarias medidas políticas de fondo. También en este pedido de calidad se inscribe la idea de que la escuela tiene que ser obligatoria y gratuita, debe ser para todos. Por eso entiendo que la escolaridad de los pobres tiene que ser financiada, pero no de la manera que se hace ahora, sino con un sistema más ordenado, probablemente con becas, con un sistema que haga que las intermediaciones y la burocracia, que sustentan otros intereses, no se queden con los fondos e impidan, de esa manera, alcanzar la excelencia educativa y de calidad que se reclama.

4-Lamentablemente, en la Argentina los valores han sido vapuleados, de allí que creo que hay que recuperarlos. En este sentido, el Estado no es un ejemplo a seguir. En definitiva, sostengo que hay que pensar seriamente en una reingeniería del aparato estatal, tanto en los ámbitos nacional, provincial como municipal. Esto es fundamental para que este debate que damos a diario no sea un parche. Muchas veces se pide la aprobación de una ley creyendo que solucionará la emergencia, o que eso salvará al país, pero después vemos que sólo se trata de parches, ya que todos los años nos encontramos con los mismos problemas. Además, entiendo que el Ejecutivo debe tomar las riendas para atender las demandas.