Sumando espacios. Tirarán abajo las viejas estructuras de Genaro García para construir dos edificios de 130 metros

Con la demolición de los silos larga la reactivación de Puerto Norte

Además se derrumbará una torre de balanzas utilizando una técnica de explosivos y métodos mecánicos

Lucas Ameriso / La Capital

La demolición de las viejas estructuras de la antigua cerealera Genaro García ya está en pleno proceso. Es que allí, en el corazón de Puerto Norte (avenida de la Costa y Francia), se construirán dos torres de departamentos, por lo que hay que dejar el terreno en condiciones. Para ello se destinarán más de dos millones de pesos en implosionar la torre de balanzas, los diez silos y hasta los túneles subterráneos que trasladaban el cereal. El trabajo lo realizarán tres excavadoras hidráulicas, palas mecánicas y una pera para derrumbar hormigón. Las tareas comenzarán en una semana y demandarán unos 150 días. Además se acondicionarán 5 mil metros cuadrados a diez metros de profundidad para hacer las futuras cocheras. Habrá hasta 12 camiones con escombros involucrados en el operativo.

Por el momento existen movimientos de suelos y se realizan las tareas preparatorias para colocar los explosivos que derrumben las viejas moles de hormigón. Pero ya está todo dispuesto -salvo unos trámites administrativos- para empezar con la limpieza de 30 mil metros cúbicos que hay que retirar del lugar.

Merced a la reconversión urbana, aprobada por el Concejo Municipal semanas atrás, y tras varios retoques al proyecto original presentado por la constructora hace más de 6 años, todo avanza viento en popa.

En estos 17 mil metros cuadrados que pertenecieron a la ex cerealera Genaro García se construirán, entre otras cosas, dos torres de 130 metros de altura, de 45 pisos cada una, lo que totalizará unos 200 departamentos con franca vista al Paraná.


Explosivos y topadoras
Si bien las tareas comenzarán en pocos días, el responsable técnico de Milicic (encargada de ejecutar las obras), Federico Lufft, adelantó cómo serán los detalles. "Esta es una primera etapa de demolición de las estructuras de hormigón, y será una tarea mixta entre los explosivos y los métodos mecánicos", explicó.

La torre de balanzas se demolerá con pequeñas explosiones, mientras que los silos se irán derrumbando de a uno. Se utilizará "una técnica de tajos verticales con microexplosivos, y con una grúa se irán produciendo gajos para que por trozos vayan desplomándose al piso. De esta manera se aplicará un método, bueno, seguro y sobre todo rápido", puntualizó el especialista.

Primero se comenzará con la torre de balanzas que está mirando al río, luego con los diez silos agrupados en dos estructuras y por último quedarán las instalaciones subterráneas como las tolvas, túneles y pilotes.

Se utilizarán tres aparatos hidráulicos: una mordaza, un martillo y un balde. Además se usarán máquinas con pera para demolición y palas mecánicas para juntar y retirar los escombros.

Una vez limpiado el terreno, se habilitará la fase dos, donde se acondicionarán unos 5 mil metros cuadrados de superficie a diez metros bajo tierra. En total, se desembolsarán unos 2,5 millones de pesos.

De modo que, para enero, según estimaciones oficiales se podría estar armando el encofrado y la base de la primera torre de departamentos.


En las gateras
Inversores y Mandatos SA (del empresario Aldo Lattuca) ya está en la línea de largada para comenzar a trabajar cuanto antes. El emprendimiento privado es una de las siete unidades de gestión que compone una parte de la ordenanza básica aprobada por el Concejo.

Cabe recordar que hace seis años, la empresa tenía pensado erigir un complejo de tres edificios, un campo de práctica de golf, puerto náutico y un hotel cinco estrellas; pero el proyecto aggiornado lo definió con dos edificios vista al río, de 130 metros de altura cada uno y 45 pisos por torre.

La ordenanza general de Puerto Norte delimitó el área de actuación del proyecto, definió trazados viales y espacios públicos y calificó los sectores con edificios de valor patrimonial como áreas de preservación histórica. También redefinió los indicadores urbanísticos de barrio Refinería.

Estas 86 hectáreas ubicadas en un sector privilegiado de Rosario por su localización estratégica, dejaron en el pasado su actividad portuaria y ferroviaria, tal cual lo estableció el Plan Regulador hace 40 años.

El proyecto urbanizador surgió de un concurso convocado por la Municipalidad y los colegios de arquitectos de Santa Fe y Rosario, resultando ganador el rosarino Juan Ignacio Munuce.

Lo más destacado del plan es el recorrido peatonal por la ribera, desde el Museo de Arte Contemporáneo hasta la planta de Aguas Provinciales, en el ala norte. La urbanización de esos terrenos de propiedad privada (eran los puertos y depósitos de Faca, Safac-Agroexport y Genaro García, Servicios Portuarios) y de incumbencia pública como las tierras del Organismo Nacional de Administración de Bienes del Estado (Onabe), harán que el 50% de esta superficie total sea destinada a espacios verdes, que deberán concretarse por los urbanizadores privados con los criterios y exigencias planteadas por la Municipalidad, en un plazo de cinco años.

Esos puntos fueron asumidos por las compañías y empresas con posesión de terrenos en el lugar mediante convenios urbanísticos y con el compromiso de entregar lo público para avanzar sobre el proyecto privado.

La maquinaria está lista para derribar los gigantescos silos.