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| sábado,
08 de
octubre de
2005 |
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Charlas en el Café del Bajo
-Tenemos muchos temas para considerar, pero no puedo dejar pasar la actuación de un policía de la comisaría segunda que merece reconocimiento por cuanto con su accionar salvó una vida. Paso a relatarle los sucesos, mi querido Inocencio.
-Adelante.
-El agente Claudio Hernán Benítez, hace pocos días, en horas de la noche, fue enviado junto con una comisión especial a un departamento de bulevar Oroño al 1100. Esto se hizo en virtud de un aviso de una vecina del edificio, Rosa, quien se mostró preocupada por la suerte corrida por una señora de 83 años que vive sola en el piso noveno y a quien hacía unos días que no veía. Rosa había llamado varias veces a la puerta de su vecina, pero nadie le respondía. Los policías se dirigieron al departamento de la anciana, golpearon la puerta pero no obtuvieron éxito, nadie salió a atender.
-¿Qué hizo entonces el agente?
-Le solicitó permiso a una vecina para, desde su ventana, "saltar" al departamento de la mujer.
-¿Y así lo hizo?
-Así es, se pasó de un balcón a otro mediante un salto en pleno vacío, poniendo en riesgo su vida porque estamos hablando de ventanas exteriores ubicadas en un noveno piso, pero así pudo ingresar a la vivienda de la anciana. Una vez en el interior Benítez se encontró con que la mujer estaba en su habitación, tirada en el piso, desvanecida y con un golpe a la altura de la frente y abundante derrame de sangre. En estas circunstancias el policía abrió la puerta del departamento con unas llaves que estaban colgadas en el llavero en el interior y permitió el paso de la comisión policial que lo acompañaba, al mando del oficial principal Hermeregildo Ramírez. Como testigo también ingresó la vecina de la señora.
-¡Pobre mujer! ¡¿Quién sabe cuanto tiempo estuvo tirada allí?!
-De inmediato se llamó al servicio del Sies y los médicos atendieron a la anciana, quien recobró el conocimiento. No obstante, fue trasladada a un centro asistencial donde quedó internada y le realizaron los estudios necesarios.
-Un acto de servicio riesgoso que merece se destaque.
-Sé que habrá alguna gente que dirá que el policía no hizo más que cumplir con su deber. Y tienen razón, pero cuando nos enteramos del caso decidimos referirnos a él, porque así como en este país una y otra vez se critica el accionar policial (a veces justamente, a veces injustamente) también creemos equitativo dar a conocer actitudes de servicio como la del agente Claudio Hernán Benítez, a quien desde aquí, y como simples vecinos, felicitamos.
-Seguramente el secretario de Seguridad, Gustavo Peters y la plana mayor de la policía de la provincia de Santa Fe, habrán reconocido de algún modo el accionar de este policía.
-Es de esperar que así se haya hecho. La historia parece tener un final feliz, porque la señora se recupera de su estado de inconsciencia que no se sabe cuanto tiempo duró. Hubiera podido morir. Y en este punto, además, no se puede dejar de destacar la acción de la vecina -Rosa- quien al alertar a la policía sobre la ausencia de la anciana y el silencio al llamar a su puerta, advirtió que algo extraño a la regular vida cotidiana podía estar sucediendo. Participó ella también, y de tal modo, en el rescate de una vida.
-Y claro, porque de haber transcurrido más tiempo es probable que la mujer hubiera muerto.
-Así es. Bueno, hace unos días que no nos despedimos con una frase, de esas que nos dejan una enseñanza. Así que hoy van dos. Una de Oscar Wilde que me parece genial: "Perdona siempre a tus enemigos, nada les molesta más"
-La otra de Cicerón: "Cuando te hiera la lengua de la calumnia, consuélate diciendo que no son los peores frutos los que pican las avispas".
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