Buscan canonizar a los padres palotinos

Testimonios de vida, fotos, escritos personales o de quienes cuestionaron su evangelio constituyen la prueba de la vida de santidad de los cinco palotinos asesinados en julio de 1976 por un grupo de tareas de la dictadura. Estos testimonios son minuciosamente reunidos desde hace meses por el sacerdote Adrián Francioli, designado por el Episcopado argentino "postulador" de la canonización de los religiosos fusilados en la parroquia de San Patricio, en el barrio de Belgrano. El "curita Adrián" como lo llaman los vecinos, tiene 36 años y cinco como sacerdote en la parroquia que fue escenario del horrendo crimen. Ingresó al seminario a los 21 y optó por la orden de los palotinos, justamente guiado por el martirio de los padres Alfredo Kelly, Alfredo Leaden y Pedro Duffau y de los seminaristas Salvador Barbeito y Emilio Barletti. Por esta íntima historia personal, Francioli recibió la misión, encomendada por monseñor Jorge Bergoglio. Francioli explicó que el proceso de canonización "es el hecho más importante" que viven los palotinos en la Argentina".