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miércoles,
21 de
septiembre de
2005 |
El superávit
fiscal, acechado por el gasto
Un fuerte incremento en las erogaciones del Estado dejó al sector público en agosto con un superávit financiero de 380,9 millones de pesos, según informó ayer la Secretaría de Hacienda.
Mientras los ingresos corrientes en agosto llegaron a 10.790,7 millones de pesos, un 23,5 por encima de lo recolectado en igual mes de 2004, los gastos corrientes treparon a 9.634,2 millones de pesos, lo que implica un aumento de 29,8 por ciento respecto a agosto de 2004.
El mayor incremento en los gastos se observó en el pago de intereses, con un alza del 36 por ciento, trepando a 1.464,8 millones de pesos, contra 1.074,1 millones de un año atrás. También crecieron las transferencias a provincias que saltaron a 4.901,3 millones de pesos, contra 3.736 millones, lo que representan un alza de 31 por ciento.
Las transferencias al sector público subieron a 3.494,7 millones (desde 2.639,7 millones), lo que equivale a un 32,3 por ciento de incremento y las transferencias al sector privado crecieron a 1.371,1 millones (desde 906,3 millones), lo que representa una suba del 51,28 por ciento.
El gasto en remuneraciones subió 23 por ciento a 863,4 millones de pesos; y los gastos de consumo y operación crecieron 21,7 por ciento a 1.166,5 millones de pesos.
En tanto, el superávit primario -previo al pago de intereses de la deuda- se ubicó en 1.845,5 millones de pesos, acumulando en ocho meses un saldo a favor de 15.269 millones de pesos.
De esta forma al 31 de agosto el gobierno sobrecumplió en casi 931 millones de pesos la pauta de superávit primario presupuesta para 2005 en 14.300 millones de pesos.
Con este resultado el superávit primario se estaría ubicando en torno al 4,4 por ciento del PBI, por encima del 3,2 por ciento que el gobierno define como máximo para el ahorro público.
Más allá de haber superado la pauta anual comprometida, lo cierto es que desde Hacienda esperan para el último trimestre del año una baja estacional de los ingresos, a la par de que aumentan las erogaciones corrientes y los pagos de deuda.
Hasta el momento, el ministro de Economía, Roberto Lavagna, destacó que este excedente sirve "para apuntalar las políticas sociales, los planes de desarrollo de infraestructura y el proceso de reducción de la deuda".
Lavagna sostiene que el superávit fiscal "es una herramienta fundamental" para la gestión del gobierno, y por eso no ha variado la política tributaria para el año próximo, a pesar de las presiones de distintos sectores para que se reduzcan las retenciones a la exportación y otras tasas nacionales.
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