| domingo, 12 de diciembre de 2004 | Balance del Apertura Mucho mejor de lo pensado Don Angel absorbió toda la presión y de nuevo sacó a Central del pozo Gustavo Conti / La Capital Ni bien terminó el partido en el Gigante, los colegas de LT8 sacaron al aire a Don Angel Tulio Zof. Sí, el técnico auriazul recién estaba pasando las primeras horas en su casa tras pasar varios días en un sanatorio por la intervención quirúrgica que lo marginó de los últimos dos encuentros, y se salía de la vaina por hablar pese a que él mismo dijo que no podía hacerlo. Apenas lo saludaron y cortaron la comunicación, porque si no hubiera hecho un recorrido por todo este Apertura.
La alegría que transmitía en sus palabras tuvieron correlato con las mismas expresiones de Ariel Cuffaro Russo en la conferencia de prensa y no era para menos. ¿Quién hubiera imaginado que este Rosario Central, tras el desastroso arranque de torneo estaba para llegar hoy al quinto puesto, que sólo puede ser sexto si hoy gana San Lorenzo, y que lo deja en inmejorable posición para entrar a la Copa Sudamericana 2005 y a la Libertadores 2006?
Hoy cobra dimensión el gesto de sinceramiento de Víctor Púa, quien se dio cuenta que no podía y se fue sin intentar más. Y la grandeza de Don Angel, quien otra vez (y van...), pese a los límites de su edad, absorbió toda la presión de una circunstancia caótica deportiva e institucionalmente, al punto que unos meses después no se habla ni de una cosa ni de la otra, aún cuando muchos le decían que se quede a cuidar sus nietos.
Pero Zof es feliz así, lo volvió a demostrar ayer por radio cuando hasta agradeció de corazón que se hubieran acordado de él, y además se rodeó muy bien. Con su eterno compañero de ruta, el profe Horacio Vigna, quien supo enderezar el nivel físico del plantel finalizando un torneo muy bueno en ese rubro pese a las presunciones, y con gente joven como Cuffaro (también Falaschi), que se encargó de las tareas más pesadas, conformando un conjunto de trabajo homogéneo.
Así Central volvió a espantar los fantasmas, se va de vacaciones tranquilo e iniciará el 2005 con expectativas de logros importantes, más allá de que deberá como tarea prioritaria disimular la ausencia de Coudet. Sí, Don Angel lo hizo de nuevo. ¿Para cuándo el bronce? enviar nota por e-mail | | Fotos | | Matías Irace ocupó el lugar del suspendido Papa y no tuvo una noche acertada. | | |