| domingo, 12 de diciembre de 2004 | Distintos grados de toxicidad Viena. - En cuanto escuchan la palabra dioxina, muchos piensan en un "superveneno". No obstante, se conocen unas 200 dioxinas y otros furanos similares de distinta toxicidad. Surgen cuando sustancias orgánicas se queman en presencia de composiciones con cloro. De las 17 dioxinas especialmente dañinas para la salud, el compuesto 2,3,7,8-tetracloro-dibenzo-p-dioxina (2,3,7,8-TCDD), también llamada dioxina de Seveso, es la más peligrosa. Esta sustancia industrial fue utilizada, por ejemplo, en la elaboración del agente naranja desarrollado por EEUU en Vietnam.
En los países industrializados, las personas no pueden escapar a las dioxinas. Surgen en procesos de combustión, entre éstos también procesos naturales como incendios forestales y tormentas.
Las sustancias tóxicas que en algún momento llegan al medio ambiente se van desintegrando muy lentamente y se concentran en los tejidos de humanos y animales. Entre el 90 y el 95% de la carga entra en el cuerpo mediante la alimentación.
Como las dioxinas no son solubles y sí muy pesadas químicamente, se van concentrando en el medio ambiente. La dioxina de Seveso puede provocar, entre otras cosas, daños hepáticos y disfunciones del sistema nervioso central o del sistema inmunológico. Sólo un miligramo puede ser mortal para el hombre. Pero también pequeñas concentraciones pueden afectar al sistema inmunológico y provocar posiblemente cáncer.
El hasta ahora peor accidente con químicos tóxicos tuvo lugar en la localidad italiana de Seveso, donde el 10 de julio de 1976 quedó libre una nube de dioxinas tras la explosión de una instalación química. (DPA) enviar nota por e-mail | | |