Hiperquinéticos. Campaña informativa sobre los riesgos de la droga

En las raves es usual consumir pastillas para estar "bien al palo"

Algunos de los asistentes ya cuentan con ellas y otros las compran en el lugar

"Fijate bien y prestá atención". La frase pertenece a Gustavo, miembro de Asociación de Reducción de Daños de la Argentina (Arda). El no está en la fiesta rave por azar, sino porque ejerce una tarea especial que da cuenta de que en el lugar se consumen estupefacientes.

Cuando La Capital le preguntó cómo se accedía al éxtasis en medio de la euforia electrónica, respondió: "De vez en cuando suelen pasar hombres que venden las pastillas; en general los consumidores los identifican sin problemas; fijate bien y prestá atención". Y La Capital también los encontró.

Por eso, así como esta organización reparte jeringas y material descartable para usuarios de drogas inyectables en los asentamientos irregulares, realiza una tarea de "concientización" en los llamados escenarios nocturnos para usuarios de drogas como éxtasis, popper o marihuana.

Los folletos que distribuye Arda son de fuerte contenido, pero ofrecen información precisa sobre los riesgos que corre el usuario de drogas y, también, medidas de primeros auxilios para saber cómo reaccionar ante eventuales intoxicaciones, varias veces producidas por usar productos adulterados.

Es que los dealers suelen vender como puras pastillas que no lo son. Se trata del llamado "consumo chatarra", mezclas con quetamina que estimula terriblemente.

La venta del éxtasis es rápida. El cliente paga alrededor de 30 pesos y el vendedor coloca la píldora en su lengua. Pero suele ocurrir que los consumidores ya lleven su pastilla (comprada previamente) a la fiesta rave.

"En general, se trata de consumidores recreativos", dijo la titular de Arda en Rosario, Silvia Inchaurraga. "Quiero decir que el éxtasis es la única sustancia que toman, se preparan para consumirla y lo hacen en las dos o tres fiestas anuales a las que asisten".

Básicamente, es gente de clase media y media alta; y estudiantes universitarios. "Buscan exacerbar los sentidos en relación con el disfrute de la música", comentó Inchaurraga.

-¿Este no es un consumo adictivo?

-No, si se entiende como adictiva a una sustancia que genera dependencia física. Sin embargo, genera tolerancia. Es un exceso tomar más de una pastilla por mes ya que se produce acostumbramiento. El usuario comienza a necesitar más de una píldora para que le surta efecto e incluso aparecen las mezclas con otras drogas.

Quienes quieren consumir las píldoras logran individualizar sin problemas a sus distribuidores en plena noche frenética.