| sábado, 04 de diciembre de 2004 | El martes, un hecho calcado La madrugada del martes pasado, el árbitro internacional de fútbol Sergio Pezzotta fue víctima de un atraco idéntico al sufrido la noche del jueves por la familia en barrio Tablada.
Poco antes de las 3 de la mañana, el referí ingresaba su auto al garaje de su casa de Cerrito al 1100 cuando fue sorprendido por dos ladrones que lo obligaron a entrar a la vivienda. "En el momento en que cerraba el portón aparecieron dos tipos. Uno enseguida se llevó la mano a la cintura y sacó un arma de fuego. Estaban vestidos con vaqueros, camisas y llevaban un sombrero tipo Piluso y una gorra con visera con la que se cubrían las caras", describió entonces el árbitro.
Los hampones se quedaron algo más de 20 minutos en la vivienda de Pezzotta, tiempo en el que revolvieron todos y cada uno de los rincones de la vivienda en la búsqueda de elementos de valor y dinero. En esos momentos, la esposa del referí y sus dos hijos, de 4 y 5 años, dormían en la planta alta de la casa. Y hacia allí fueron los delincuentes en busca de su botín.
Tras ingresar a un dormitorio, los maleantes amenazaron a la esposa de Pezzotta, a la que tras permitirle vestirse, la maniataron junto al árbitro sin despertar a los chicos.
Después se encargaron de levantar todo lo que se llevaron como botín del atraco: ropa deportiva, unas pocas alhajas, algunos electrodomésticos y 300 pesos en efectivo. enviar nota por e-mail | | |