Horacio Rosatti: "Me gustaría ser convencional constituyente de la provincia"

El ministro de Justicia nacional admitió que pretende participar del destino jurídico-institucional de Santa Fe

Mauricio Maronna / La Capital

El ministro de Justicia de la Nación, Horacio Rosatti, confirmó el adelanto de La Capital y no titubeó en manifestar su intención de ser candidato a convencional constituyente en el proceso reformador que se abriría en el 2005. "Tendría que ver con el destino jurídico-institucional de Santa Fe, y eso me seduce. Es verdad lo que escribieron ustedes", admitió el funcionario en el marco de una extensa entrevista exclusiva concedida a este diario.

-¿Le tomó la mano al cargo?

-Me siento muy cómodo, tengo el apoyo del presidente y trabajo en el contexto de un gabinete laborioso. Conozco el estilo de todos porque estuve en la Procuración del Tesoro más de un año y tenía contactos con el Ministerio de Justicia. Estoy muy contento, con ganas y habituado al cargo.

-Le toca un área neurálgica. Se menciona mucho en la Argentina la palabra "impunidad", máxime tras el fallo que derribó todas las investigaciones por la causa Amia.

-La sensación generalizada que marcan las encuestas es un dato inexorable de la realidad sobre el que uno tiene que trabajar. Las formas para cambiar el estado de las cosas son las que marcan las normas institucionales, pero siempre con contenido y apoyo ciudadano. Pero deben entender que el proceso de la reforma judicial no empieza y termina en un día, es lento, largo. Los jueces, como los políticos y los periodistas salen de la sociedad, no conforman una unidad diferente.

-¿El gobierno está de acuerdo con el juicio político a Antonio Boggiano?

-El gobierno no incide en esto, porque quienes tienen que decir lo suyo son los diputados (como Cámara acusadora) y los senadores (como Cámara que juzga). El Ejecutivo no maneja ni regula estas cuestiones.

-Pero el presidente fogoneó los desplazamientos de Nazareno, López, Vázquez y Moliné... ¿Por qué ahora no dice nada cuando, aparentemente, Boggiano actuó como los magistrados desplazados?

-El presidente no interfiere en la actividad de otro poder.

-Usted aparece muy distanciado del estilo de Beliz, quien no se reunía con los jueces de la Corte y estaba muy seguido en los medios.

-No puedo juzgar el estilo de Beliz; yo estaba ocupado en mi tarea de procurador. Sí puedo hablar de la relación implementada con los jueces desde mi asunción. Creo que la relación entre poderes es algo normal en un sistema democrático; otra cosa es tener injerencia. El pueblo prefiere que el Estado se presente con una única voz, no con quince voces ni dieciocho caras. Entonces, todo lo que puede ser punto de contacto en materia de proyectos de ley lo vamos a profundizar tanto con la Corte como con el Consejo de la Magistratura. Actuar de una forma diferente supondría aislarse de la realidad.

-Si se le pregunta a quién propondrá el gobierno para reemplazar a Vázquez, usted dirá que aún no lo sabe.

-(Se ríe). Efectivamente, le diré que no lo sé. Hoy por hoy no hay nombres...

-Se dice que ese nombre puede ser el suyo...

-(Silencio). No, hoy no hay nada.

-Se dice que su sueño, más que ser ministro de Justicia es llegar a la Corte.

-Mi sueño es que Boca salga otra vez campeón del mundo.

-Bueno, es un sueño bastante lejano.

-No crea, es un sueño, no una utopía...

-Domingo a domingo, los analistas políticos porteños escriben que se viene un estilo más reposado del presidente a la hora de ejercer el poder. ¿Hay algo de esto? ¿Se terminaron los "voceros"?

-Le doy mi versión, mi experiencia personal: mi relación con el presidente es afable, cordial, respetuosa. Cuando me ofrece el cargo de procurador, el presidente me dice: "Te ofrezco esto y quiero que sepas que jamás te voy a pedir que un expediente salga en un sentido o en el otro y desde ya desautorizo a cualquier ministro que haga esto". Si bien soy bastante parco en mi relación con el periodismo, a las declaraciones las hago yo y no un vocero. Esta gestión está muy concentrada en la gestión, tal vez en otras épocas se dialogaba más con la prensa, pero tiene que ver con estilos, con momentos. Ahora hay un requerimiento y hay que estar compenetrados en eso.

-¿Es verdad que le gustaría ser convencional constituyente de la provincia?

-Sí, le digo contundentemente que sí. Tendría que ver con el destino jurídico-institucional de Santa Fe, y eso me seduce. Es verdad lo que escribieron ustedes.

-¿Cree que el presidente cambió sus formas, sus modales y sus gestos porque comprobó que se había legitimado en el cargo y que ya no hacía falta la confrontación permanente? La base está, diría el Bambino Veira...

-(Se ríe). Creo que sí, eso es razonable, forma parte de la lógica política. Primero había que construir poder, fundamentalmente en la forma en se asumió el gobierno. Ahora que se logró la base de sustentación hay que transformar la realidad.

-Kirchner dijo al asumir que se conformaba con dejar un país normal, con sentido común. Eso implicaría un salto de calidad.

-Creo que va a lograr más de lo que prometió. Lograr la normalidad de la Argentina en los momentos en que asumió es toda una hazaña. Kirchner dejará un país normal, previsible y funcionando.

-¿Sintió alivio cuando sacaron de su órbita la Secretaría de Seguridad?

-Yo se lo pedí al presidente. Tradicionalmente, Seguridad dependía del Ministerio del Interior.

"El presidente dejará un país normal, previsible y funcionando".