| domingo, 19 de septiembre de 2004 | Empresas. Una selección de destacados innovadores cuentan las claves de sus exitosas experiencias Enanos que se convierten en gigantes o un simple empresario con espíritu emprendedor Una clave: no frenarse ante ningún obstáculo y encontrar la manera de seguir adelante Patricia Martino / La Capital Un sueño hecho realidad. Una idea y mucha energía para concretar el proyecto anhelado son la síntesis perfecta de todo emprendedor. Hoy están al frente de grandes compañías, pero antes fueron humildes protagonistas de un negocio en expansión, que poco a poco, esquivando obstáculos y con la convicción de que la ruta elegida es la correcta, pasaron de emprendedores para convertirse en gigantes. "Piano piano si va lontano", con dedicación y esfuerzo llega el éxito, una recompensa que marca el camino recorrido por cada una de las empresas que dirigen los hombres de negocios del futuro.
La Fundación Libertad organizó hace pocos días el seminario "El desafío de emprender", para difundir distintas experiencias de emprendedores éxitosos y así conocer las herramientas adecuadas para comenzar una empresa.
La sede de la institución se vio colmada de un público atento que escuchó por más de cuatro horas los consejos de Alejandro Elsztain, CEO de Irsa; Eduardo Marty, de Junior Achievement Argentina; María Eugenia Estenssoro, de la Fundación Social Equidad; Gustavo Grobocopatel, de Los Grobo Agropecuaria; Martín Krause, de Eseade; Adolfo Rouillón, de Neoris Argentina; Gabriel Nazar, de Cardón-Cosas Nuestras y Mario Tourn, del Grupo Gamma.
El primer panel fue "Experiencias y emprendimientos urbanos" y estuvo a cargo del CEO de Irsa, quien destacó que la empresa que dirige "es muy joven", comenzó en 1992 y se hizo fuerte tras varios altibajos.
Haciendo un poco de historia, Elsztain se remontó a los inicios de su familia en el mundo de los negocios y destacó que "como muchos" proviene de una familia de inmigrantes que llegó a "hacer la América".
"Mi abuelo tuvo muchas propiedades, edificios, campos y se hizo de un capital interesante hasta que enfermó, ahí mi padre se encargó de dirigir el negocios pero no le fue tan bien, vinieron épocas duras y en 10 años perdimos todo. Pero no nos lamentamos de las pérdidas, Argentina es un país muy cambiante pero esa volatilidad hay que saber aprovecharla", detalló el titular de la firma que lleva adelante la construcción del shopping Altos de Rosario.
Sorteando obstáculos La historia suele repetirse, al igual que le ocurrió a su padre Elsztain también sufrió un duro reves al frente de Irsa y Cresud. La crisis de 2001 dejó "perdidas impresionantes", no obstante la empresa siguió adelante.
"En lugar de lamentarnos por las caídas de las acciones nos dimos cuenta que los activos habían subido y eso resultó interesante para los accionistas, así que salimos a juntar caja para pagar nuestra deuda que en ese momento rondaba los 500 millones de dólares", explicó y agregó que después de dos años de juntar inversores la deuda bajó a 70 millones de dólares mediante la utilización de un bono convertible. Elsztain remarca una y otra vez que no hay piedra en el camino que pueda frenar sus ganas de seguir adelante. De eso se trata, un emprendedor nunca encuentra una traba para sus proyectos, aún cuando la situación parezca desesperante. "Podemos pensar que es lo peor pero nosotros no lo hacemos, siempre vamos para adelante. Hay que ser protagonista y no víctima", señaló.
El titular de Irsa aseguró: "El mundo desarrollado está acostumbrado a la sangre, justamente después de las batallas se hacen los negocios".
Una visión más social trajo al seminario María Eugenia Estenssoro, quien disertó en el panel de "Experiencias de emprendimientos sociales". La representante de la Fundación Social Equidad rememoró el trabajo de unas antiguas emprendedoras: las maestras estadounidense que trajo Sarmiento a fines del siglo XIX.
La emprendedora social -como ella se definió- señaló que las maestras sarmientinas fueron pioneras del tema porque se sumaron a una causa importante para la sociedad en un momento donde se necesitaba de la educación. "El reconocimiento es doble porque estas maestras lucharon contra todo a fin de llegar a Buenos Aires y después a otras provincias para cumplir con su tarea", dijo. Estenssoro promueve a los emprendedores desde la fundación y advierte que las acciones deben estar guiadas por valores que perduren. "Las obras pasan, los valores no".
Una visión más dura fue la que expuso Eduardo Marty, quien advierte que en la Argentina todo emprendedor exitoso está sospechado de no ser honesto pero aclaró que "uno puede ser honesto y rico" pero resaltó que hay que cuidarse de los "ventajeros y saqueadores". El representante de Junior Achievement destacó que "cada uno es artífice de su propio destino" y por eso tiene que maximizar sus talentos. "En la Argentina uno tiene que tirarse a un pantano lleno de cocodrilos", señaló.
Adolfo Rouillón, de Neoris Argentina, encabezó el panel "Desde una idea al éxito" y contó la transformación de su empresa rosarina de desarrollo de software en una de las más importantes de Iberoamérica. "Tres amigos y yo empezamos un sueño convencidos de que era posible y que su destino sería convertirse en grande. Creamos Amtec y trabajamos en el mercado local, después nos expandimos a Buenos Aires, recibimos el apoyo de un inversor y llegamos al Mercosur y a México, ahora siendo Neoris a Iberoamérica", detalló.
El emprendedor dijo que siempre pensaron en grande y que no se frenaron ante nada. "Ninguna traba frente a una idea frena un emprendimiento, nuestra empresa hoy es un centro de excelencia de desarrollo de software en Rosario", señaló.
La empresa comenzó en el 98 con 8 empleados, luego se expandió a 20 y actualmente trabajan 260 personas. Rouillón y otros emprendedores destacaron la capacidad de creación de fuentes de trabajo de cada una de las empresas que llevan adelante.
Martín Krause también destacó que ser emprendedor sirve para generar empleo, entre una de sus principales características, y además señaló que "el mercado le enseña al emprendedor". Por otra parte, "el mercado motiva tanto a nivel remunerativo como no remunerativo, no sólo se trata de dinero también importa el prestigio y el reconocimiento", indicó el representante de Eseade al hablar de los incentivos de un emprendedor.
Por su parte, el titular de Cardón-Cosas Nuestras rememoró sus inicios en Ramallo haciendo sólo cinturones de cuero y luego su expansión a San Nicolás, Rosario y Tucumán, y contó cómo llegó a ser lo que es hoy en día.
Un cambio al futuro Como todo emprendedor Nazar se enfrentó a duras crisis económicas como la del Tequila en el 95 y debió sobrellevar esa situación. De allí en adelante surgieron las franquicias de la empresa, además de los locales propios, lo cual llevó un tiempo hasta que el cambio convenció a los clientes.
"Teníamos que generar un vínculo fuerte con los clientes, así que decidimos terminar con la venta por mayor a los locales multimarcas y adoptamos las franquicias, en un primer momento de los 150 locales sólo dos aceptaron cambiar de sistema, por suerte después sumamos más", detalló el titular de la casa de ropa con estilo gauchesco. Otra de las dificultades que enfrentó Nazar tuvo que ver con un mal de muchos empresarios, la falta de capital para producir a escala. "En el 2000 teníamos una mayor demanda pero no teníamos capital para fabricar", indicó.
Como desafío Nazar busca promover el desarrollo económico y cultural de los componentes de la cadena de valor y de la sociedad a través de consolidar a Cardón como la primera marca tradicional del país.
El final del seminario estuvo a cargo de uno de los dueños de Gamma, quien contó su experiencia en el campo de la medicina y se refirió al rol del médico en el mundo empresario: un emprendedor con estetoscopio. enviar nota por e-mail | | Fotos | | La recompensa por el esfuerzo de los jóvenes emprendedores rosarinos. | | |