Vázquez acusó al Congreso de ser un apéndice de Kirchner

El juez admitió que Batlle rehusó darle asilo porque en la Argentina funcionan las instituciones democráticas

El juez Adolfo Vázquez, ministro de la Corte Suprema de Justicia, dijo ayer que el presidente uruguayo Jorge Batlle rehusó darle asilo "porque entiende que en Argentina funcionan las instituciones" y, al referirse a la administración de Néstor Kirchner, sostuvo que "es muy pesado pelear contra un gobierno que tiene un Congreso subordinado".

"Es muy pesado pelear contra un gobierno entero", es como "pelear con una bandera contra un tipo que, enfrente, tiene ametralladoras, cañones, tanques, submarinos...", graficó Vázquez desde Montevideo, Uruguay.

Y abundó: "El gobierno tiene la prensa, tiene los servicios, tiene los medios económicos, tiene un Congreso subordinado al que le da órdenes por la cadena de radio y televisión para que inicie un juicio contra la Corte y la deponga, cosa que ha hecho. ¿Cómo pelea usted contra eso?".

El pasado miércoles denunció que fue baleado mientras circulaba en su automóvil por el partido bonaerense de Pilar y, aunque resultó ileso, pidió refugio en Uruguay, que denegó el requerimiento.

Batlle "entendió que en Argentina no estaban todavía dadas las condiciones como para darme este asilo político", explicó Vázquez, quien, el jueves, fue recibido en Montevideo por Batlle.

"Fue un análisis. Y él me dijo que entendía que en Argentina están funcionando las instituciones. Lo que sí reconocía es que había un amplio problema con la seguridad colectiva", comentó el magistrado.

También volvió a lanzar sus dardos contra el presidente de la Corte, Enrique Petracchi, a quien acusó de "cambiar constantemente su posición de acuerdo al gobierno de turno".

"Petracchi está ahí en este momento porque le es funcional al gobierno, porque arregló con el gobierno y lo pusieron de presidente" del tribunal, aseveró.

Además, calificó de "barbaridad jurídica" la resolución mediante la cual la Corte, con la disidencia de Vázquez, decretó el martes la imprescriptibilidad de los delitos de lesa humanidad.

"Estamos siendo el hazmerreír del mundo. Un Congreso está decretando la nulidad de leyes (de obediencia debida y punto final) y eso es facultad del Poder Judicial, no del Poder Legislativo", lamentó.